jueves, 24 de noviembre de 2016

Apreciado tiempo, apreciadas relaciones



Últimamente el proceso de tesis doctoral me lleva a saborear el tiempo de otra forma. Esta sensación de entusiasmo en la que me hallo me hace decidir constantemente cómo aprovechar las horas del día de la manera más beneficiosa para mi y para mi tesis...
Desde que recuerdo me ha costado la gestión del tiempo, por lo tanto realizo un esfuerzo extra para poder gestionarlo, algunas personas dicen que es despiste, yo sé que es algo más profundo ligado al funcionamiento de ciertas estructuras de mi cerebro. Hay personas que les resulta fácil prever o calcular el tiempo que tardan de su casa a algún lugar o el que tardan en salir de casa con todo preparado. Cuando he de salir temprano en la mañana, preparo todo lo que puedo en la noche, no para dormir más y descansar, sino para asegurarme que tengo menos cosas que hacer y así poder gestionar mi tiempo. Sin embargo, a modo de ejemplo, me resulta fácil orientarme en cualquier punto geográfico, así que cuando me pierdo puedo encontrarme fácilmente. Cada quién desarrolla ciertas habilidades.

Imagen de DirtHat en DeviantArt
Esta tesis me enseña, entre muchas otras cosas, la gestión del tiempo que tanto me cuesta y tanto esfuerzo me ocasiona porque de vivirme en presentes inmediatos, a veces paso por alto lo que toca hacer después... en los últimos meses estoy reestructurando mis momentos...

Y es que estoy aprendiendo a valorar el tiempo de otra forma diferente... 
Hay personas que intentan vivir su estado presente y disfrutarlo, yo me he encontrado en algunos momentos de mi vida con el inconveniente de vivir en ese presente todo el tiempo y en el que me he perdido en alguna ocasión porque caminaba sin rumbo.
Por lo tanto, de aquí rescato que ni pasar por la vida sin saborear los momentos conscientes del presente, ni saborear únicamente esos presentes porque aisladamente no permiten ver una dirección valiosa a la que seguir. Es decir, encontrar esa danza suave que invita a un balanceo entre la llegada, la estancia y la ida...
Y ahí me encuentro, en este punto de balance donde vivo cada instante con intensidad, pues nunca se repite de la misma manera, es primero y último y admirarlo me resulta hermoso, una flor en el camino, la lluvia en mi cara, el ruido del refrigerador que se convierte en melodía... y tanto es así que de presente en presente todavía me pasa que puedo perderme, tanto es estar viviendo el presente con tanta entrega que me despisto del momento anterior y posterior a él. Sigo aprendiendo... y este momento actual donde me relaciono con mi tesis y diferentes proyectos me ayuda a centrarme, me acompaña en este viaje entre lo anterior y posterior; lo que he hecho hasta ahora y hacia dónde voy. Una reestructuración constante.

Esta reestructuración se amplía y del microsistema donde nos encontramos mi tesis y yo conecto con un sistema mayor. Ahora desde mi macrosistema interceden un sin fin de relaciones.
Relaciones familiares, de amistad, de trabajo, la relación con mi hogar, conmigo misma, con mis vecinos...
Me detengo, me pregunto, me cuestiono... y ahí, desde este lugar, de repente escucho mi corazón, hay algo en lo profundo que me dice que es momento de centrarme, de estar conmigo, de rodearme de personas que me animan, que me apoyan, que valoran lo que hago y soltar lo que frena este caminar. Mi corazón me está diciendo:
- Déjate recibir por todo aquello que en algún momento has ofrecido al mundo, déjate cuidar. No te ciegues en esas relaciones que se sostienen por un pasado y dejaron de ser presente, o son presente de constante tristeza, queja y toxicidad. Deja salir y marchar de tu corazón. LIBERA, desde el agradecimiento, desde el amor, libera.

Hago caso a este sentimiento profundo que quizás mi mente no entiende y sigue cuestionando, la observo y regreso de nuevo a mi respiración donde esta voz interna me sigue diciendo: LIBERA



Así que confío, suelto las riendas y me entrego a esta liberación.
Imagen luz y humo

Y así es como esta tesis me enseña, entre otras cosas, a ocupar y valorar mi tiempo de otra forma. Ahora mi tiempo y espacio toma otra conciencia, me ayuda a enfocarme en lo que en este instante desea mi corazón desde el pasado-presente-futuro; estoy aprendiendo a vivir el presente consciente pero no aislado, sino el presente consciente que me toma de la mano desde un paso antes hasta otro paso que llega después. Eligiendo conscientemente dónde prestar atención y dónde es conveniente dejar ir, un dejar ir en todos los sentidos, que va desde actividades programadas, bibliografía, hasta relaciones.

Si ya fue pasado, libero dejando ir.
Si está presente, alimento.
Si está llegando, asiento.

Agradecida infinitamente a lo que llegó a mi vida y es momento de soltar para aprender a mirarlo diferente <3 <3 <3

En constante REINVENCIÓN

jueves, 20 de octubre de 2016

Palabras desde la dislexia...


Hay unas frases que llegan a mí últimamente.
De primera instancia siento impotencia cada vez que escucho decir que es despiste...
Impotencia cada vez que escucho que no se fija, que no atiende, que no está centrada, que no se entera, que ha fallado...
Me pregunto qué es lo que falla... ¿los y las niñas fallan? ¿tú o yo fallamos? ¿falla la metodología con la que se transmite el conocimiento, esa metodología que no pone el conocimiento y la experimentación al alcance de cada forma diferente de comprender la realidad?

Agradezco la difusión y me alegro cada vez que escucho en las escuelas las palabras "Inteligencias Múltiples". Aun así, los avances sobre Inteligencias Múltiples no sólo basta con conocerlos, hemos de apoyar y ser constantes para su puesta en práctica en el aula, y no como asignatura o como momento aislado, como se está dando en algunas escuelas, sino que es necesaria su inclusión en la escuela para impregnar cada momento y extraer el jugo máximo, que sean los niños y las niñas quiénes descubran qué les gusta y cómo aprenden de la mejor forma, pero para ello hay que dar múltiples opciones de enseñanza.

Me duele cada vez que veo esos exámenes suspendidos por no haber entendido el enunciado, suspendidos porque desde el otro lado no se llegó a comprender el mundo íntegro en el que se vive cada niño, cada niña. Me duele cada vez que no se presta atención a las estructuras cerebrales de cada pequeño ser que le hacen ser único y valioso en su forma de entender lo que nos rodea. Me duele cuando cuesta la empatía y se siga contagiando esta manera de decir que es despiste y que ha de mejorar. Me duele ver cómo seguimos repitiendo el mismo examen de trepar a un árbol a un mono, a un delfín o a una jirafa, por muchas imágenes que compartamos en el facebook.

Los niños y niñas no necesitan momentos puntuales donde se trabaje las inteligencias múltiples, los niños y niñas necesitan desarrollar estas inteligencias en todo momento de su desarrollo. En toda actividad que realicen, porque de lo contrario caemos en la separación y no podemos estar separados de lo que somos, de nuestra forma de aprender y entender el mundo. Todo forma parte.

Por ello me sigo preguntando... ¿Qué falla? ¿Qué puedo hacer al respecto?
Ahora, desde la calma, agradezco a esta impotencia que a veces me llama y me despierta. Por lo pronto RESPIRO, el respirar me sirve para retomar a través de la impotencia, la fuerza, la inspiración a seguir avanzando en un sistema que sigue poniendo trabas la mayoría de las veces para frenar que deslumbremos con todo nuestro potencial. Pero, ¿sabes qué? Yo soy al mismo tiempo ese sistema, y tú y no tenemos tiempo para pararnos a culpabilizar lo que está allí afuera, y al mismo tiempo tenemos todo el tiempo para ponernos en acción.
Todavía hay personas que no nos cansamos, que confiamos, que estamos ahí a diario con nuestro corazón bombeante, nuestro cuerpo y nuestra alma, para contarle a los y las niñas que no están solos, que hay personas que están ahí para darles la mano, listas para confiar en su potencial y hacer todo lo posible para que no dejen de creer en sí mismos y en sí mismas aunque se escuchen las voces que recuerdan lo contrario.

Recordarles que cometemos errores, con los que aprendemos y avanzamos y seguimos investigando en modo silencioso, porque también a nosotras, a las personas adultas nos acallan.

Quizás tú hayas crecido, quizás ya no eres ese niño o esa niña, pero llegarán, llegarán más... y en ese momento las cosas se habrán transformado, lo se. Lo se porque hoy me estoy transformando para que así sea, a mi ritmo y a mi tiempo y al mismo tiempo, sin tiempo.

¿Y tú? ¿Qué decides?

sábado, 17 de septiembre de 2016

Etnografiando...

Subo al tren y miro a la derecha, veo que hay cuatro asientos disponibles, antes de sentarme ya voy viendo cuál será mi lugar para este viaje. Ventanilla.
Hoy el tren será mi espacio de calma, mi calma para leer. No importa los ruidos de afuera, leo, me sumerjo y nado entre las letras que me van recordando y me llevan a otros viajes dentro de mi propio viaje.
En un momento dado levanto la vista para saber en qué punto de mi recorrido estoy, cierro el libro, lo dejo apoyado sobre mis piernas y miro por la ventana, me doy cuenta de cómo el paisaje pasa deprisa ante mis ojos, y parece que sea lo de afuera lo que va en movimiento...
De pronto entra a formar parte de este vaivén un comentario que llega a mis oídos y poco a poco me evado del paisaje, de mi momento de calma, de mis pensamientos para centrarme en esas palabras "...una de clase con el pelo a lo afro y unas cejas hasta aquí y va con un tío con trenzas que es más feo, qué asco me dan. 
- ¿Un tío con trenzas?.
- Sí, y también hay otro chico en clase muy guapo pero es un perro flauta. 
- Agg.

Me asusto, me desconcierto, me digo para adentro qué puedo hacer para aportar mi grano de arena a esta sociedad que vive avasallando hacia las otras personas para sobrevivir del aburrimiento, en esta guerra constante de comentarios, de opiniones, de juicios irrespetuosos... Me detengo y me asombro entonces de mi misma por asustarme, por prestar atención, por salirme de ese instante de paisaje y lectura que estaba disfrutando. Agradezco ese momento, ahora retomo el libro con más fuerza entre mis manos.

Finalmente soy igual que ellas...

Mientras tanto, con este hecho, me recargo para seguir investigando... corre, antes de que ya esté en otro espacio diferente y no me haya dado ni cuenta.


Texto: Otra Educación es Presente

sábado, 2 de julio de 2016

A ti, pequeño-gran Ser del Universo

Volver a sentir ese amor que sale de tu pecho a través de tu sonrisa.
Ese amor de un instante porque seguro, en unos días me habrás olvidado.
Esa pureza que aun desprendes antes de ser abducida por el mundo adulto.
Tus pequeños brazos se agarran a mis piernas mientras camino y se vuelven a marchar, duran segundos pero es tu forma de demostrarme cuánto me amas, a tu manera particular.
Un amor incondicional, libre de condiciones.
Se me empezaba a olvidar qué era tu llanto consolado mediante un abrazo, qué era tu mirada cómplice cuando yo me convierto en una más en tus juegos.
Pedís que l@s adult@s juguemos con vosotros, es vuestro deseo y mayor regalo y mientras tanto el mundo adulto sigue inmerso en sus problemas.
¿Cuándo la voz de un niño, de una niña serán realmente escuchadas?
Son las personas sabias de esta Tierra, los seres que más amor incondicional pueden brindar y están ahí viviendo sin ser partícipes.
Me pregunto ¿Cuándo?, ¿Cuándo se harán realmente visibles tal y como son y no tal y como queremos que sean?.
Aprendamos más de estos pequeños-grandes Seres que tienen tanto que ofrecernos y tanto que ofrecer al Mundo.
Gracias, gracias una y mil veces por mostrarme tanto aprendizaje, por ser reflejo de mi Ser, por haberme acompañado en este instante de vida.

Texto: Otra Educación es Presente.

Autor ilustración: Scnn

jueves, 16 de junio de 2016

Dulce recuerdo de tu despedida...

Ha pasado un año, (o lo que es lo mismo, 12 meses, 365 días, 8760 horas)
pero cierro los ojos y te veo ahí frente a mí, diciéndote adiós.

Recuerdo cómo te canto al oído, recuerdo tu temperatura, tu tacto, tu mano entre la mía, recuerdo cómo te miro y como tú no me miras pero sabes que estoy ahí porque a veces me aprietas la mano cuando te digo al oído que no tengas miedo, que puedes descansar, que ya lo hiciste todo.

Recuerdo como ese día se paró el tiempo para decirte por última vez todo lo que te amo, lo que te he amado y lo agradecida que estoy por haber llegado a la vida a través de ti.

Qué bella la despedida, tan bella que ojalá todas las personas pudieran despedirse de esa forma de sus seres queridos, con amor, con calma, con el tiempo necesario para recordar una vez más todo lo que nos amamos, para despedir y dar comienzo a otra etapa de transformación, acompañando a preparar su viaje. Igual que una madre nos empuja a la incertidumbre confiando en nosotros cuando tenemos miedo de cruzar la puerta, de esa forma, ahora como nieta puedo ver tu fortaleza para cruzar la tuya.

"Ojalá entre los seres humanos pudiéramos soltar este último aliento juntos, desde el amor, sin apegos y sin despedidas precipitadas para acompañar esa intersección con consciencia. Que fuera un derecho morir en paz y despedir el alma".

Hasta ese momento, lo que había vivido eran despedidas imprevistas, dolorosas, y al mismo tiempo despedidas maestras, porque son las que me han enseñado a decir a las personas de mi entorno lo que las amo, lo que significan en mi vida, me han enseñado a reconocer cada pequeño gesto de agradecimiento aunque parezca insignificante, me han hecho recordar que no quiero pasar, más del tiempo necesario, enojada.

Ahora cierro los ojos y me siento feliz de haber aprendido contigo a despedir desde el amor, no sabía que podía ser tan reparador, no sabía que las despedidas podían ser tan hermosas, tu última mirada, tu último aliento, ahí estuvimos todos para decirte adiós, los presentes y los no presentes, pero tú sabías que ahí estaban, porque cuando los nombraba apretabas mi mano.

Y por tu última mirada tras escuchar las palabras nunca dichas de tu hijo, se que te fuiste en paz.

Aun así a veces, querida muerte, te veo con miedo, pues no se cómo será cuando todavía te vea más de cerca.

Miguel ligero con ligereza te elevaste y te transformaste, ahora las palabras vuelan ligeras a saber dónde...

viernes, 3 de junio de 2016

A ti, mujer sumisa que me habita.

Hoy sumisión, descubro lo libre que he deseado ser, para estar lo más lejos de ti.
Hoy, al pensar en mi libertad pensé en ti y quise dedicarte estas palabras.

Sí, a ti mujer sumisa que vives en mi. Por todo este tiempo que has estado ahí y por todo el tiempo que me sigas habitando de una u otra forma.
A ti, por las veces que he negado tu existencia en mi.
Por las veces que te he huido y me he alejado.
Por las veces que te he rechazado, a ti y a todas las sumisas que me habitan de generaciones y generaciones atrás.
Por las veces que te he dejado sin palabras, sin opinión, sin lugar, porque no importabas y quería mantenerte lejos.
Por cada vez que me he levantado sin permitir que llegaras a mostrarte.
Por cada vez que te he escondido en lo profundo de mi ser sin permitirte que vieras la luz.
Porque me has dado vergüenza, me has dado pena, te he llegado a odiar, me has dado debilidad cada vez que te he observado de reojo, sí, de reojo, porque no me he permitido verte cercana, porque no me he permitido contemplarte baja la luna, porque te he rechazado una e infinitas veces, porque no me gustas.

A ti, mujer sumisa que me habita, hoy te abro las puertas de mi corazón de par en par; a ti y a todas las partes sumisas que me dieron vida, a todas las sumisas que me habitan.

Ahora me doy cuenta que me creía libre manteniendo a mi mujer sumisa encerrada, sin poder salir. Me creía libre alejándome de ti, ocultándote sin saber que te ocultaba. Quería alejarme tanto de ti y de las otras como tú, que no sabía que me alejaba de mi propia libertad.
Ahora me doy cuenta, paseando te encontré, encontré que te he rechazado desde que recuerdo.
Siento una profunda alegría al mirarte, ¡tanta! que te pongo rostro y te veo frente a mi. Me sonrío, te sonrío. Después de 33 años te veo por primera vez y te encuentro.

Ya no necesito huir de ti, ya no necesito demostrarme que no estás, ya no necesito alejarme de ti con palabras de libertad, ya no necesito parecer, ni ser libre, yéndome de tu lado como lo he estado haciendo hasta ahora.

Hoy te veo con mayor claridad, mismos ojos, diferente mirada.
Hoy, me siento libre caminando contigo.

Solo así podré liberarte, cuando te vea igual de libre que la libertad, cuando deje de verte débil y pueda apreciar la fortaleza que también habita en ti. Cuando ensanche mi corazón y te vea con amor.
Hoy, por el momento, tienes un lugar en mi corazón.


Otra Educación es Presente



jueves, 28 de abril de 2016

La Sonrisa transformada...

Después de algunos meses hoy me encontré de nuevo con tu cara sonriente, ojos azules, saltones, atenta mirada cómplice de movimientos y susurros.
Te tuve en mis brazos, por unos instantes estuvimos conectadas al corazón, se que nos entendemos, no hacen falta más palabras, sabemos quiénes somos y nos reconocemos aunque no sepas mi nombre, ni quién soy.
Desde tu sonrisa pude contemplar la transformación, y así dar entendimiento a mis emociones y a lo que sucede en mi en este día.
La sonrisa transformada...
Aparece un entretenimiento, pero ambas sabemos que no se puede retrasar lo inevitable, el llanto va a llegar de un momento a otro...

¡Qué lindo llegar a esta comunicación tan precisa que sin decir, nos lo decimos todo!
Y sigues sin saber cómo me llamo, quién soy o qué hago en ese lugar donde tú también estás, aun así nuestro corazón se expande, busco en tu mirada y me busco y me comprendo.
Sutileza, misterio, apertura, conexión...

Ambas atentas, tú, porque sin hablar me lo dices todo con tu llanto, con tu sonrisa, con tu mirada. Yo, porque atenta a ti en ese preciso instante que registro en mi corazón, viajo.

¡Qué fácil sería nuestra comunicación de adultos si siguiéramos recordando...!
¡Qué sencillo sería...!
Sencillo sería antes... antes de haber aprendido...
... a silenciar lo que sentimos,
... a comer cuando mi reloj me avisa aunque no tenga hambre,
... a hacer ejercicio estando cansado y descansar cuando no puedo,
... a salir de fiesta porque es sábado,
... a no visitar a mis amigas porque es miércoles...

Ahora, mientras tanto, algunas intentamos desaprender para volver a aprender tal y como lo hacíamos en ese instante. En ese instante en que pasábamos de la sonrisa al llanto y del llanto a la sonrisa, sabíamos lo que necesitábamos, tan sencillo como eso... Estábamos presentes, no poníamos nombre a estar mojados, tener sueño, hambre o frío... pero sí sabíamos que algo sucedía y sin más, lo pedíamos.
Ahora nos atrevemos a casi todo excepto a retirarnos un momento y tomarnos un te tranquilamente con nosotros mismos para saber qué necesitamos.

"Y seguimos empeñados en transformar niños
 alejándolos de su propia escucha,
para que después, en su etapa adulta
desaprendan para aprender
y así vuelvan a escucharse justo como lo hacían
cuando eran niños."
Aurora Ardit

A ti Llum,
Por ser mi inspiración para este texto, por permitirme sostenerte entre mis brazos, por regalarme tu mirada, por mostrarte tal cual eres con tu sonrisa, tu llanto, tu agrado y desagrado, tu asombro y alegría, tu hambre y sueño, por mostrarme tu necesidad sin temores, sin miedo al rechazo, sin expectativas, por mostrarme a través de tu universo, la sencillez.
A tu madre, mujer que me inspira valentía.
A tu padre porque gracias a él, yo puedo aprender de ti.
A ese arte milagroso de transformar el llanto en sonrisa a través de un pezón.
A ti, que lees y estás del otro lado, por regalarme esta presencia que es parte de mi alimento.

Otra educación es Presente

martes, 1 de marzo de 2016

Querido Bert...

Pensé que ya no volvería a verte y el Universo me ha brindado una nueva oportunidad para este reencuentro de amor. 
Como el año pasado, Ávila nos acoge para recibir a nuestro querido Bert Hellinger con sus 90 años de experiencia.
Me siento infinitamente agradecida hacia todo lo que ha hecho posible estar en el mismo espacio-tiempo con él, agradecida a quiénes hicieron posible el evento, a las personas que he conocido, reconocido, a quiénes me han acogido en su casa y corazón y a quiénes no llegué a conocer, a todo lo vivido en estos días dentro y fuera del recinto, al clima, al paisaje...
Gracias.
Durante estos días, una persona fuera del taller me preguntó: ¿Y las Constelaciones Familiares son un trabajo del alma o un trabajo psíquico? 
Quise responder en el momento, entonces me observé expresando con palabras, estaba intentando poner palabras a algo que viene de otro lado del mental. No me sentí cómoda y en ese instante me quedé callada, diciéndome a mi misma, "no tengo por qué seguir por ahí y responder su duda", así que me quedé callada mientras escuché sus comentarios. Después, dije algo parecido a esto, en voz alta: Mis palabras se quedan cortas para expresar lo que el Alma siente, desde mi mente no puedo expresar al Alma. Pienso que expresar qué es el Alma es limitarla, el ser humano limita la grandiosidad cuando quiere encontrar palabras para expresarla.
Así resumiría este encuentro, para mi, maravilloso. Grandioso. Más allá del querer comprender, más allá del querer expresarse y más allá del querer demostrar y de intentarlo, se encuentran las C.F. un encuentro más de movimientos que de palabras, un encuentro donde el Alma percibe y el cuerpo expresa mediante sentimientos. ¿Y las palabras? Las palabras por esta ocasión, no son necesarias.

Cuando ahora desde mi casa pienso en Bert, no sólo llegan las Constelaciones Familiares, me llega  su inmenso amor, su sabiduría, su entrega, humildad, entereza, bondad, firmeza, ternura, su mirada, el movimiento de sus manos, sus palabras... es lo que me llevo, y hace que mi Alma hoy se sienta en paz. 
Aquí lo dejo grabado, para cuando olvide lo que en este instante sale de mi corazón, pueda regresar a este espacio y a este lugar para recordar, ahora sí, con las palabras.

jueves, 18 de febrero de 2016

Domingo


Es el día de la semana que el sonido de la calle donde vivo cambia. La toman las voces de los niños y niñas acompañadas por sus padres, tíos, abuelas... que les acompañan al paseo matutino.
De pronto escucho una voz adulta que dice: 
- ¡YA!
Y tras esta señal, un ruido de varias bicicletas se avecina velozmente entre gritos y risas de infancia.
- ¡Cuidado!. Se escucha, acompañado de un golpe. 

Silencio.

Rompe este silencio un continuo de palabras de ánimo, de acompañamiento, que vienen desde el amor de la voz adulta.
- ¿Estás bien? ¡Venga inténtalo de nuevo, con cuidado y listo!
- Es que se movía mucho, le temblaba el manillar. Dicen otras voces infantiles, señalando su error.
Desde mi punto de vista, voces infantiles tomando el rol de niños-adultos. (repitiendo el sermón conocido, el diálogo aprendido)

- Bueno, ahora Álvaro ya podrá agarrar su manillar con más fuerza, ya lo sabe.

Quieren intentarlo de nuevo y tras la señal de ¡Ya! vuelven a escucharse las bicis, relámpagos por la calle.

- Álvaro agárralo fuerte, Álvaro no corras tanto, Álvaro... dice la misma voz infantil.
Después, la voz adulta, con la misma delicadeza de antes:
- ¡Sara, deja a Álvaro!, puedes ocuparte de ti misma y que él haga lo que crea. 

Álvaro sabe que el adulto confía, que él mismo confía. Álvaro termina feliz su carrera, se escuchan sus risas y su voz que dice: 
- Sí he podido.

Sigo en mi cuarto, me sonrío. Es otro ejemplo más, prueba de este contagio por crear una educación diferente, una educación que nos permita ocuparnos y responsabilizarnos de lo que nos toca, sin señalar los errores de la otra para hacerle sentir inferior, sino señalando los errores con naturalidad, como paso y punto de inicio de un aprendizaje mayor, que se da en un ambiente cuidadoso, respetuoso y seguro. Si mamá y papá confían, los y las hijas confían.

sábado, 16 de enero de 2016

aprendiendo...

Levantar la vista y ver dónde me hallo,
contemplando a través de mis sentidos.
Subir a lo más alto,
disfrutando de los regalos de la vida.
Bajar a las tinieblas,
celebrando el encuentro con mis miedos.
Navegar por ambos rumbos y descubrir posibilidades, aquellas que por el momento no puedo ver.
Sin embargo, se que ahí están.
Hago mi parte y me quedo quieta, CONFIANDO
hasta que llega el momento que me vienen a buscar y ahí aparece lo que no podía ver. De pronto, se vuelve a ubicar lo incomprensible y ahora....
...empezar de nuevo.

Aurora A.G.