martes, 31 de agosto de 2021

Pérdidas

Pérdidas humanas.
Pérdidas escogidas.
Pérdidas sin elección.
Pérdidas cuando el cuerpo deja de funcionar.
Pérdidas cuando la mente deja de funcionar y olvida. Y nos cogemos de la mano, nos miramos a los ojos pero ya te perdimos hace tiempo a la mitad.
Pérdidas que se celebran con alegría.
Pérdidas que se lloran y lloran y se añoran.
Todas las personas experimentamos pérdidas en algún momento de nuestra vida.
A veces nos preparamos para las pérdidas.
A veces no da tiempo, llega, llega sin esperar.

Pérdidas que duelen con la muerte.
Pérdidas que sin morir, duelen en la vida.
México me enseñó a llegar, a celebrar, a saber quedarme, a saber irme, también a despedirme y a enterrar en la vida y en la muerte.

Sentirás dolor, recíbelo, habla, grita, expresa, busca con quién desahogarte sin juicios.

Sentirás tristeza, abrázala, dale la bienvenida, siéntela sin huir y sin aferrarte. Escúchate, dedícate.

Sentirás miedo, míralo, obsérvalo, siéntelo. Vive con él, permite que te muestre lo que deba de mostrar, crece con él y agradécele, agradece siempre.

Sentirás enfado, temblarán tus piernas o te quedarás sin voz en un mismo grito.

Se cerrará tu estómago, quizás también tú respiración. Tus ojos al contrario, quizás permanezcan abiertos más horas de las necesarias. Tu corazón se acelera.

Negarás, negarás que está sucediendo y crearás un sin fin de posibilidades en recuerdos, en imaginación.

Puede que te derrumbes, que creas que también morirás de dolor.

No estás sola, podrás con todo.
Pasará, todo pasará. 
Pas lo bueno y también lo no tan bueno.

Y a pesar de perder, crecerás, crecerás como nunca antes.

Vivimos en una sociedad que siempre nos preparó para ganar. Poco para perder. Cuando es cierto que todos, absolutamente todos perderemos en más de una ocasión de múltiples formas.

Dedicado a las pérdidas de mi vida que me hicieron aprender, amar y crecer.
Y a las pérdidas que vienen y suceden sin desear perder.