miércoles, 30 de noviembre de 2022

El tiempo que no regresa

Y vuelve a pasar.
Esos planes que nunca volverán.
Planes que se pospusieron para un supuesto mejor encuentro, no llegarán.
Ese tiempo que ya no está.
Esa risa que se queda en el recuerdo y no volverá a estar presente.


Y vuelve a pasar.
Otra amiga estrella.
Sorpresa amarga que oscurece el día de repente.
Sorpresa incrédula.
Sorpresa que niega.
Que desmiente.
Sorpresa tras sorpresa.
Despliegue de emociones que salpican el presente y a la vez se sorprenden de sí mismas. ¿Es real?
Te encuentro sin buscarte tras esos cabellos frondosos, tras esas siluetas, esas voces... 
Te busco entre la gente como si fuera a abrazarte y recuerdo que no voy a encontrarte aunque haya llegado hasta aquí, hasta tu tierra. 
Otra vez vengo a destiempo.

Te sigo escuchando, miro y no estás.

¿Es posible revivir la muerte?
¿Me anestesio?
En este vaivén y borrachera emocional mi mente de repente se pregunta: ¿Quién será la siguiente?

¿Es posible revivir la muerte? 
Sigo recordando, sigo reviviendo sensaciones que me evaden a un pasado. 
Se entremezclan con nuevas sensaciones que nacen amorosas y agradecidas. 

Duelo que vienes de nuevo a este hogar en nombre de mujer. 

Ya no hay tiempo, como dice Rosendo. No se dónde estás.

Mujer fuego, mujer determinación, mujer diversión, mujer risa, mujer mediación, mujer red, mujer conexión de mundos, mujer corazón, mujer valor, mujer volcán, mujer acción, mujer, MUJER.

Cierro los ojos y te veo frente a mi, sonriente y, esta vez, serena. De pronto, todos mis recuerdos pasan fugaces sobre todo ese espacio-tiempo que ya fue y no volverá. Risas, canto, Paco Ibáñez, campanita, juegos, gatita, plumas, colores, baños de agua fría, resistencia, composición literaria, voz, corazón, conciertos, días, noches, cafés, plantas, mallas, botas altas, caricias, abrazos, música, escenario, latido, soluciones...

Agradezco este último tiempo que nos ha unido en una maternidad distante.
Agradezco esos largos audios en los que nos fundíamos para ponernos al día en varios días.
Agradezco a tu fuerza y motor que nos ha unido a tantos corazones. 
Mujer corazón.
Corazón.
...

Corazón fallido esta vez.
Te amo, allí donde estés quiero recordártelo porque no se cuándo fue la última vez que te lo dije.
Gracias por el aprendizaje, allí donde estés. 
Deseo imaginarte muy bien acompañada por quienes marcharon antes.
Vuela alto mujer poderosa, vuela alto y sigue iluminando con tu fuerza y luz.

Allí donde estés te envío mi amor y agradecimiento.