miércoles, 13 de mayo de 2015

Mamá ¿De dónde vienen los niños?

Mientras estoy cenando escucho esta pregunta que viene de la TV:
-¡Mamá! ¿De dónde vienen los niños?
(Esta pregunta envía la alerta al resto de mi cuerpo y mis antenas receptoras sensibilizan mis sentidos para percibir lo que llega a continuación. Es como si desde mi interior una alarma se encendiera a modo de radar. Así es como me llega la información, creo que sólo se conecta cuando escucha voces de seres más pequeños)
- Cuando una mamá quiere mucho a un papá, escriben una carta a la cigüeña o la llaman y la cigüeña viene volando desde muy lejos porque vive muy lejos y ya está un día naciste tú.
- ¿Qué estás dibujando, no tienes deberes?

A día de hoy se sigue ocultando, disfrazando, engañando, acerca de este acto tan sagrado y maravilloso que es la creación del ser humano. Es una manera de seguir ocultando nuestro origen.
¿Cómo puedo encontrar el amor hacia mi misma negando u ocultando mi origen?

Se evita y se miente sobre el amor, se suele apostar por el miedo y desde ahí sale el diálogo, de nuestros propios miedos debido a esas creencias instaladas en nusetra memoria celular.
El miedo nos brinda la oportunidad de cambio, de creación, no para quedarnos en él, sino para trascenderlo.
Se sigue ocultando y disfrazando las relaciones sexuales, el coito, el hablar de penetración, vulva, vagina, pene, el nombrar cada parte del cuerpo por su propio nombre con naturalidad. Después vamos creciendo en un ambiente donde se cree que tener relaciones sexuales es algo que hay que llevar en secreto, y que quizás, sigue sin estar bien visto en determinadas ocasiones.
Se necesita una educación sexual en las escuelas para acompañar y acompañarnos en el proceso de canalización de esta energía con la que convivimos cada día de nuestra vida.

Sin embargo, las peleas, los gritos, el maltrato, cruzar la línea de respeto entre tus necesidades y las mías... es el menú diario en cada relación humana y precisamente es esto lo que la sociedad no oculta, lo que se expande, lo que permanece porque permitimos que así sea.

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día.
John Lenon

Desde aquí apuesto por una educación respetuosa, donde desde pequeños, pequeñas, podamos conocer nuestro cuerpo, hablar de él, de lo que sucede cuando de pronto, no nos sentimos sanos, o cuando sentimos enojo, cuando nuestro cuerpo comienza a cambiar y nuestras necesidades sexuales con él...
Acompañar a cada edad desde su necesidad.
Acompañar en el equilibrio entre mente-cuerpo-emoción-espíritu y acompañarnos porque sólo podemos acompañar desde uno mismo, una misma.

Les recomiendo este libro que de una forma fácil y sencilla puede servir de guía para explicar a los más pequeños de dónde vienen los niños:
Mamá puso un huevo. 
Babette Cole

Cuando los y las bebés llegan al mundo a través de una inseminación, donde quizás no existe este contacto físico entre el padre y la madre, igualmente tiene importancia incluir los echos, podemos explicar sin engañar, dejar de tratar a los niños y niñas como seres que no se enteran y no entienden. Hay diferentes formas de explicarles de una forma adecuada a su edad de maduración.
Por otro lado, en muchas ocasiones, ante estos sucesos, el hombre se queda en la exclusión y no podemos excluir al padre, aunque así lo deseáramos, sea la forma que sea de concepción, pues las madres no podríamos tener hijos sin ellos, estén donde estén, los hayamos conocido personalmente o no.
 Gracias a esta unión de ambos la vida continúa. Todo lo que se origine en una exclusión en cierta forma querrá salir a la luz y tomar su lugar correspondiente.
Es importante darle su lugar al padre.

Otro aspecto a rescatar es la última frase del diálogo entre la madre y su hija:
- ¿Qué estás dibujando, no tienes deberes?
Una frase que ya no está relacionada con la pregunta inicial de la niña que, aparte de desviar el tema, y pasar por alto el posible talento de la niña, introduce sutilmente que dibujar, es menos necesario que realizar los deberes.
Me parece interesante poner atención a cómo se aborda para resaltar la importancia que tiene que los y las niñas jueguen, no sólo como tiempo libre después de haber realizado sus deberes, sino como aprendizaje, ofrecer estos espacios y tiempos para que suceda, igualmente como dibujar, danzar, cantar, interpretar...
Si continuamos creyendo que el juego y el dibujo, es una pérdida de tiempo en lugar de verlo como una oportunidad maravillosa para despertar la creatividad y el aprendizaje, frenamos parte de la inteligencia de nuestros hijos e hijas, frenamos gran parte de su potencial.