sábado, 17 de septiembre de 2016

Etnografiando...

Subo al tren y miro a la derecha, veo que hay cuatro asientos disponibles, antes de sentarme ya voy viendo cuál será mi lugar para este viaje. Ventanilla.
Hoy el tren será mi espacio de calma, mi calma para leer. No importa los ruidos de afuera, leo, me sumerjo y nado entre las letras que me van recordando y me llevan a otros viajes dentro de mi propio viaje.
En un momento dado levanto la vista para saber en qué punto de mi recorrido estoy, cierro el libro, lo dejo apoyado sobre mis piernas y miro por la ventana, me doy cuenta de cómo el paisaje pasa deprisa ante mis ojos, y parece que sea lo de afuera lo que va en movimiento...
De pronto entra a formar parte de este vaivén un comentario que llega a mis oídos y poco a poco me evado del paisaje, de mi momento de calma, de mis pensamientos para centrarme en esas palabras "...una de clase con el pelo a lo afro y unas cejas hasta aquí y va con un tío con trenzas que es más feo, qué asco me dan. 
- ¿Un tío con trenzas?.
- Sí, y también hay otro chico en clase muy guapo pero es un perro flauta. 
- Agg.

Me asusto, me desconcierto, me digo para adentro qué puedo hacer para aportar mi grano de arena a esta sociedad que vive avasallando hacia las otras personas para sobrevivir del aburrimiento, en esta guerra constante de comentarios, de opiniones, de juicios irrespetuosos... Me detengo y me asombro entonces de mi misma por asustarme, por prestar atención, por salirme de ese instante de paisaje y lectura que estaba disfrutando. Agradezco ese momento, ahora retomo el libro con más fuerza entre mis manos.

Finalmente soy igual que ellas...

Mientras tanto, con este hecho, me recargo para seguir investigando... corre, antes de que ya esté en otro espacio diferente y no me haya dado ni cuenta.


Texto: Otra Educación es Presente