jueves, 28 de abril de 2016

La Sonrisa transformada...

Después de algunos meses hoy me encontré de nuevo con tu cara sonriente, ojos azules, saltones, atenta mirada cómplice de movimientos y susurros.
Te tuve en mis brazos, por unos instantes estuvimos conectadas al corazón, se que nos entendemos, no hacen falta más palabras, sabemos quiénes somos y nos reconocemos aunque no sepas mi nombre, ni quién soy.
Desde tu sonrisa pude contemplar la transformación, y así dar entendimiento a mis emociones y a lo que sucede en mi en este día.
La sonrisa transformada...
Aparece un entretenimiento, pero ambas sabemos que no se puede retrasar lo inevitable, el llanto va a llegar de un momento a otro...

¡Qué lindo llegar a esta comunicación tan precisa que sin decir, nos lo decimos todo!
Y sigues sin saber cómo me llamo, quién soy o qué hago en ese lugar donde tú también estás, aun así nuestro corazón se expande, busco en tu mirada y me busco y me comprendo.
Sutileza, misterio, apertura, conexión...

Ambas atentas, tú, porque sin hablar me lo dices todo con tu llanto, con tu sonrisa, con tu mirada. Yo, porque atenta a ti en ese preciso instante que registro en mi corazón, viajo.

¡Qué fácil sería nuestra comunicación de adultos si siguiéramos recordando...!
¡Qué sencillo sería...!
Sencillo sería antes... antes de haber aprendido...
... a silenciar lo que sentimos,
... a comer cuando mi reloj me avisa aunque no tenga hambre,
... a hacer ejercicio estando cansado y descansar cuando no puedo,
... a salir de fiesta porque es sábado,
... a no visitar a mis amigas porque es miércoles...

Ahora, mientras tanto, algunas intentamos desaprender para volver a aprender tal y como lo hacíamos en ese instante. En ese instante en que pasábamos de la sonrisa al llanto y del llanto a la sonrisa, sabíamos lo que necesitábamos, tan sencillo como eso... Estábamos presentes, no poníamos nombre a estar mojados, tener sueño, hambre o frío... pero sí sabíamos que algo sucedía y sin más, lo pedíamos.
Ahora nos atrevemos a casi todo excepto a retirarnos un momento y tomarnos un te tranquilamente con nosotros mismos para saber qué necesitamos.

"Y seguimos empeñados en transformar niños
 alejándolos de su propia escucha,
para que después, en su etapa adulta
desaprendan para aprender
y así vuelvan a escucharse justo como lo hacían
cuando eran niños."
Aurora Ardit

A ti Llum,
Por ser mi inspiración para este texto, por permitirme sostenerte entre mis brazos, por regalarme tu mirada, por mostrarte tal cual eres con tu sonrisa, tu llanto, tu agrado y desagrado, tu asombro y alegría, tu hambre y sueño, por mostrarme tu necesidad sin temores, sin miedo al rechazo, sin expectativas, por mostrarme a través de tu universo, la sencillez.
A tu madre, mujer que me inspira valentía.
A tu padre porque gracias a él, yo puedo aprender de ti.
A ese arte milagroso de transformar el llanto en sonrisa a través de un pezón.
A ti, que lees y estás del otro lado, por regalarme esta presencia que es parte de mi alimento.

Otra educación es Presente