sábado, 2 de julio de 2016

A ti, pequeño-gran Ser del Universo

Volver a sentir ese amor que sale de tu pecho a través de tu sonrisa.
Ese amor de un instante porque seguro, en unos días me habrás olvidado.
Esa pureza que aun desprendes antes de ser abducida por el mundo adulto.
Tus pequeños brazos se agarran a mis piernas mientras camino y se vuelven a marchar, duran segundos pero es tu forma de demostrarme cuánto me amas, a tu manera particular.
Un amor incondicional, libre de condiciones.
Se me empezaba a olvidar qué era tu llanto consolado mediante un abrazo, qué era tu mirada cómplice cuando yo me convierto en una más en tus juegos.
Pedís que l@s adult@s juguemos con vosotros, es vuestro deseo y mayor regalo y mientras tanto el mundo adulto sigue inmerso en sus problemas.
¿Cuándo la voz de un niño, de una niña serán realmente escuchadas?
Son las personas sabias de esta Tierra, los seres que más amor incondicional pueden brindar y están ahí viviendo sin ser partícipes.
Me pregunto ¿Cuándo?, ¿Cuándo se harán realmente visibles tal y como son y no tal y como queremos que sean?.
Aprendamos más de estos pequeños-grandes Seres que tienen tanto que ofrecernos y tanto que ofrecer al Mundo.
Gracias, gracias una y mil veces por mostrarme tanto aprendizaje, por ser reflejo de mi Ser, por haberme acompañado en este instante de vida.

Texto: Otra Educación es Presente.

Autor ilustración: Scnn

jueves, 16 de junio de 2016

Dulce recuerdo de tu despedida...

Ha pasado un año, (o lo que es lo mismo, 12 meses, 365 días, 8760 horas)
pero cierro los ojos y te veo ahí frente a mí, diciéndote adiós.

Recuerdo cómo te canto al oído, recuerdo tu temperatura, tu tacto, tu mano entre la mía, recuerdo cómo te miro y como tú no me miras pero sabes que estoy ahí porque a veces me aprietas la mano cuando te digo al oído que no tengas miedo, que puedes descansar, que ya lo hiciste todo.

Recuerdo como ese día se paró el tiempo para decirte por última vez todo lo que te amo, lo que te he amado y lo agradecida que estoy por haber llegado a la vida a través de ti.

Qué bella la despedida, tan bella que ojalá todas las personas pudieran despedirse de esa forma de sus seres queridos, con amor, con calma, con el tiempo necesario para recordar una vez más todo lo que nos amamos, para despedir y dar comienzo a otra etapa de transformación, acompañando a preparar su viaje. Igual que una madre nos empuja a la incertidumbre confiando en nosotros cuando tenemos miedo de cruzar la puerta, de esa forma, ahora como nieta puedo ver tu fortaleza para cruzar la tuya.

"Ojalá entre los seres humanos pudiéramos soltar este último aliento juntos, desde el amor, sin apegos y sin despedidas precipitadas para acompañar esa intersección con consciencia. Que fuera un derecho morir en paz y despedir el alma".

Hasta ese momento, lo que había vivido eran despedidas imprevistas, dolorosas, y al mismo tiempo despedidas maestras, porque son las que me han enseñado a decir a las personas de mi entorno lo que las amo, lo que significan en mi vida, me han enseñado a reconocer cada pequeño gesto de agradecimiento aunque parezca insignificante, me han hecho recordar que no quiero pasar, más del tiempo necesario, enojada.

Ahora cierro los ojos y me siento feliz de haber aprendido contigo a despedir desde el amor, no sabía que podía ser tan reparador, no sabía que las despedidas podían ser tan hermosas, tu última mirada, tu último aliento, ahí estuvimos todos para decirte adiós, los presentes y los no presentes, pero tú sabías que ahí estaban, porque cuando los nombraba apretabas mi mano.

Y por tu última mirada tras escuchar las palabras nunca dichas de tu hijo, se que te fuiste en paz.

Aun así a veces, querida muerte, te veo con miedo, pues no se cómo será cuando todavía te vea más de cerca.

Miguel ligero con ligereza te elevaste y te transformaste, ahora las palabras vuelan ligeras a saber dónde...

viernes, 3 de junio de 2016

A ti, mujer sumisa que me habita.

Hoy sumisión, descubro lo libre que he deseado ser, para estar lo más lejos de ti.
Hoy, al pensar en mi libertad pensé en ti y quise dedicarte estas palabras.

Sí, a ti mujer sumisa que vives en mi. Por todo este tiempo que has estado ahí y por todo el tiempo que me sigas habitando de una u otra forma.
A ti, por las veces que he negado tu existencia en mi.
Por las veces que te he huido y me he alejado.
Por las veces que te he rechazado, a ti y a todas las sumisas que me habitan de generaciones y generaciones atrás.
Por las veces que te he dejado sin palabras, sin opinión, sin lugar, porque no importabas y quería mantenerte lejos.
Por cada vez que me he levantado sin permitir que llegaras a mostrarte.
Por cada vez que te he escondido en lo profundo de mi ser sin permitirte que vieras la luz.
Porque me has dado vergüenza, me has dado pena, te he llegado a odiar, me has dado debilidad cada vez que te he observado de reojo, sí, de reojo, porque no me he permitido verte cercana, porque no me he permitido contemplarte baja la luna, porque te he rechazado una e infinitas veces, porque no me gustas.

A ti, mujer sumisa que me habita, hoy te abro las puertas de mi corazón de par en par; a ti y a todas las partes sumisas que me dieron vida, a todas las sumisas que me habitan.

Ahora me doy cuenta que me creía libre manteniendo a mi mujer sumisa encerrada, sin poder salir. Me creía libre alejándome de ti, ocultándote sin saber que te ocultaba. Quería alejarme tanto de ti y de las otras como tú, que no sabía que me alejaba de mi propia libertad.
Ahora me doy cuenta, paseando te encontré, encontré que te he rechazado desde que recuerdo.
Siento una profunda alegría al mirarte, ¡tanta! que te pongo rostro y te veo frente a mi. Me sonrío, te sonrío. Después de 33 años te veo por primera vez y te encuentro.

Ya no necesito huir de ti, ya no necesito demostrarme que no estás, ya no necesito alejarme de ti con palabras de libertad, ya no necesito parecer, ni ser libre, yéndome de tu lado como lo he estado haciendo hasta ahora.

Hoy te veo con mayor claridad, mismos ojos, diferente mirada.
Hoy, me siento libre caminando contigo.

Solo así podré liberarte, cuando te vea igual de libre que la libertad, cuando deje de verte débil y pueda apreciar la fortaleza que también habita en ti. Cuando ensanche mi corazón y te vea con amor.
Hoy, por el momento, tienes un lugar en mi corazón.


Otra Educación es Presente



jueves, 28 de abril de 2016

La Sonrisa transformada...

Después de algunos meses hoy me encontré de nuevo con tu cara sonriente, ojos azules, saltones, atenta mirada cómplice de movimientos y susurros.
Te tuve en mis brazos, por unos instantes estuvimos conectadas al corazón, se que nos entendemos, no hacen falta más palabras, sabemos quiénes somos y nos reconocemos aunque no sepas mi nombre, ni quién soy.
Desde tu sonrisa pude contemplar la transformación, y así dar entendimiento a mis emociones y a lo que sucede en mi en este día.
La sonrisa transformada...
Aparece un entretenimiento, pero ambas sabemos que no se puede retrasar lo inevitable, el llanto va a llegar de un momento a otro...

¡Qué lindo llegar a esta comunicación tan precisa que sin decir, nos lo decimos todo!
Y sigues sin saber cómo me llamo, quién soy o qué hago en ese lugar donde tú también estás, aun así nuestro corazón se expande, busco en tu mirada y me busco y me comprendo.
Sutileza, misterio, apertura, conexión...

Ambas atentas, tú, porque sin hablar me lo dices todo con tu llanto, con tu sonrisa, con tu mirada. Yo, porque atenta a ti en ese preciso instante que registro en mi corazón, viajo.

¡Qué fácil sería nuestra comunicación de adultos si siguiéramos recordando...!
¡Qué sencillo sería...!
Sencillo sería antes... antes de haber aprendido...
... a silenciar lo que sentimos,
... a comer cuando mi reloj me avisa aunque no tenga hambre,
... a hacer ejercicio estando cansado y descansar cuando no puedo,
... a salir de fiesta porque es sábado,
... a no visitar a mis amigas porque es miércoles...

Ahora, mientras tanto, algunas intentamos desaprender para volver a aprender tal y como lo hacíamos en ese instante. En ese instante en que pasábamos de la sonrisa al llanto y del llanto a la sonrisa, sabíamos lo que necesitábamos, tan sencillo como eso... Estábamos presentes, no poníamos nombre a estar mojados, tener sueño, hambre o frío... pero sí sabíamos que algo sucedía y sin más, lo pedíamos.
Ahora nos atrevemos a casi todo excepto a retirarnos un momento y tomarnos un te tranquilamente con nosotros mismos para saber qué necesitamos.

"Y seguimos empeñados en transformar niños
 alejándolos de su propia escucha,
para que después, en su etapa adulta
desaprendan para aprender
y así vuelvan a escucharse justo como lo hacían
cuando eran niños."
Aurora Ardit

A ti Llum,
Por ser mi inspiración para este texto, por permitirme sostenerte entre mis brazos, por regalarme tu mirada, por mostrarte tal cual eres con tu sonrisa, tu llanto, tu agrado y desagrado, tu asombro y alegría, tu hambre y sueño, por mostrarme tu necesidad sin temores, sin miedo al rechazo, sin expectativas, por mostrarme a través de tu universo, la sencillez.
A tu madre, mujer que me inspira valentía.
A tu padre porque gracias a él, yo puedo aprender de ti.
A ese arte milagroso de transformar el llanto en sonrisa a través de un pezón.
A ti, que lees y estás del otro lado, por regalarme esta presencia que es parte de mi alimento.

Otra educación es Presente

martes, 1 de marzo de 2016

Querido Bert...

Pensé que ya no volvería a verte y el Universo me ha brindado una nueva oportunidad para este reencuentro de amor. 
Como el año pasado, Ávila nos acoge para recibir a nuestro querido Bert Hellinger con sus 90 años de experiencia.
Me siento infinitamente agradecida hacia todo lo que ha hecho posible estar en el mismo espacio-tiempo con él, agradecida a quiénes hicieron posible el evento, a las personas que he conocido, reconocido, a quiénes me han acogido en su casa y corazón y a quiénes no llegué a conocer, a todo lo vivido en estos días dentro y fuera del recinto, al clima, al paisaje...
Gracias.
Durante estos días, una persona fuera del taller me preguntó: ¿Y las Constelaciones Familiares son un trabajo del alma o un trabajo psíquico? 
Quise responder en el momento, entonces me observé expresando con palabras, estaba intentando poner palabras a algo que viene de otro lado del mental. No me sentí cómoda y en ese instante me quedé callada, diciéndome a mi misma, "no tengo por qué seguir por ahí y responder su duda", así que me quedé callada mientras escuché sus comentarios. Después, dije algo parecido a esto, en voz alta: Mis palabras se quedan cortas para expresar lo que el Alma siente, desde mi mente no puedo expresar al Alma. Pienso que expresar qué es el Alma es limitarla, el ser humano limita la grandiosidad cuando quiere encontrar palabras para expresarla.
Así resumiría este encuentro, para mi, maravilloso. Grandioso. Más allá del querer comprender, más allá del querer expresarse y más allá del querer demostrar y de intentarlo, se encuentran las C.F. un encuentro más de movimientos que de palabras, un encuentro donde el Alma percibe y el cuerpo expresa mediante sentimientos. ¿Y las palabras? Las palabras por esta ocasión, no son necesarias.

Cuando ahora desde mi casa pienso en Bert, no sólo llegan las Constelaciones Familiares, me llega  su inmenso amor, su sabiduría, su entrega, humildad, entereza, bondad, firmeza, ternura, su mirada, el movimiento de sus manos, sus palabras... es lo que me llevo, y hace que mi Alma hoy se sienta en paz. 
Aquí lo dejo grabado, para cuando olvide lo que en este instante sale de mi corazón, pueda regresar a este espacio y a este lugar para recordar, ahora sí, con las palabras.

jueves, 18 de febrero de 2016

Domingo


Es el día de la semana que el sonido de la calle donde vivo cambia. La toman las voces de los niños y niñas acompañadas por sus padres, tíos, abuelas... que les acompañan al paseo matutino.
De pronto escucho una voz adulta que dice: 
- ¡YA!
Y tras esta señal, un ruido de varias bicicletas se avecina velozmente entre gritos y risas de infancia.
- ¡Cuidado!. Se escucha, acompañado de un golpe. 

Silencio.

Rompe este silencio un continuo de palabras de ánimo, de acompañamiento, que vienen desde el amor de la voz adulta.
- ¿Estás bien? ¡Venga inténtalo de nuevo, con cuidado y listo!
- Es que se movía mucho, le temblaba el manillar. Dicen otras voces infantiles, señalando su error.
Desde mi punto de vista, voces infantiles tomando el rol de niños-adultos. (repitiendo el sermón conocido, el diálogo aprendido)

- Bueno, ahora Álvaro ya podrá agarrar su manillar con más fuerza, ya lo sabe.

Quieren intentarlo de nuevo y tras la señal de ¡Ya! vuelven a escucharse las bicis, relámpagos por la calle.

- Álvaro agárralo fuerte, Álvaro no corras tanto, Álvaro... dice la misma voz infantil.
Después, la voz adulta, con la misma delicadeza de antes:
- ¡Sara, deja a Álvaro!, puedes ocuparte de ti misma y que él haga lo que crea. 

Álvaro sabe que el adulto confía, que él mismo confía. Álvaro termina feliz su carrera, se escuchan sus risas y su voz que dice: 
- Sí he podido.

Sigo en mi cuarto, me sonrío. Es otro ejemplo más, prueba de este contagio por crear una educación diferente, una educación que nos permita ocuparnos y responsabilizarnos de lo que nos toca, sin señalar los errores de la otra para hacerle sentir inferior, sino señalando los errores con naturalidad, como paso y punto de inicio de un aprendizaje mayor, que se da en un ambiente cuidadoso, respetuoso y seguro. Si mamá y papá confían, los y las hijas confían.

sábado, 16 de enero de 2016

aprendiendo...

Levantar la vista y ver dónde me hallo,
contemplando a través de mis sentidos.
Subir a lo más alto,
disfrutando de los regalos de la vida.
Bajar a las tinieblas,
celebrando el encuentro con mis miedos.
Navegar por ambos rumbos y descubrir posibilidades, aquellas que por el momento no puedo ver.
Sin embargo, se que ahí están.
Hago mi parte y me quedo quieta, CONFIANDO
hasta que llega el momento que me vienen a buscar y ahí aparece lo que no podía ver. De pronto, se vuelve a ubicar lo incomprensible y ahora....
...empezar de nuevo.

Aurora A.G.


martes, 23 de junio de 2015

Ámame tal y como soy, no sólo cuando me parezco a ti...




Hoy siento el impulso de compartir algo que ya he mencionado en otras ocasiones, y que seguro, también han escuchado por medio de otros profesionales. Sea como sea me resulta interesante RECORDAR esta propuesta, no es la receta mágica, es algo en lo que yo creo, confío y comparto. De todas formas, pienso que tu opinión como mamá o como papá es la adecuada con tus hijos o hijas, elijas lo que elijas, pues sólo tú has podido crearlos tal y como son.

Cuando tu hijo o hija haga algo que no te guste... 
  • Agáchate a su altura para mirarle a los ojos de frente, y adopta una postura cercana.
  • Recuérdale que lo amas y que tu amor hacia él o ella no va a cambiar haga lo que haga.
  • Dile que no te gusta lo sucedido y que juntos van a buscar una solución desde el respeto y el cuidado para ambos o ambas.
 

De esta forma no se pone en juego el amor, nos alejamos de esta idea que en ocasiones se queda anclada al pensamiento infantil: "Si  hago las cosas como les gusta a las demás personas de mi entorno, me quieren"
Lo que nos hace creer que recibimos el  amor cuando las personas de alrededor están contentas con lo que hago  porque yo les satisfago, es más, en algunas ocasiones se convierte incluso en un deber hacerlo, para recibir más amor y aceptación.

Y así nos vemos, creciendo buscando la aprobación de nuestros actos en las demás personas incluso en aquellas situaciones que creemos que no la necesitamos.

Me resulta hermoso cuando me aman tal y como soy.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Mamá ¿De dónde vienen los niños?

Mientras estoy cenando escucho esta pregunta que viene de la TV:
-¡Mamá! ¿De dónde vienen los niños?
(Esta pregunta envía la alerta al resto de mi cuerpo y mis antenas receptoras sensibilizan mis sentidos para percibir lo que llega a continuación. Es como si desde mi interior una alarma se encendiera a modo de radar. Así es como me llega la información, creo que sólo se conecta cuando escucha voces de seres más pequeños)
- Cuando una mamá quiere mucho a un papá, escriben una carta a la cigüeña o la llaman y la cigüeña viene volando desde muy lejos porque vive muy lejos y ya está un día naciste tú.
- ¿Qué estás dibujando, no tienes deberes?

A día de hoy se sigue ocultando, disfrazando, engañando, acerca de este acto tan sagrado y maravilloso que es la creación del ser humano. Es una manera de seguir ocultando nuestro origen.
¿Cómo puedo encontrar el amor hacia mi misma negando u ocultando mi origen?

Se evita y se miente sobre el amor, se suele apostar por el miedo y desde ahí sale el diálogo, de nuestros propios miedos debido a esas creencias instaladas en nusetra memoria celular.
El miedo nos brinda la oportunidad de cambio, de creación, no para quedarnos en él, sino para trascenderlo.
Se sigue ocultando y disfrazando las relaciones sexuales, el coito, el hablar de penetración, vulva, vagina, pene, el nombrar cada parte del cuerpo por su propio nombre con naturalidad. Después vamos creciendo en un ambiente donde se cree que tener relaciones sexuales es algo que hay que llevar en secreto, y que quizás, sigue sin estar bien visto en determinadas ocasiones.
Se necesita una educación sexual en las escuelas para acompañar y acompañarnos en el proceso de canalización de esta energía con la que convivimos cada día de nuestra vida.

Sin embargo, las peleas, los gritos, el maltrato, cruzar la línea de respeto entre tus necesidades y las mías... es el menú diario en cada relación humana y precisamente es esto lo que la sociedad no oculta, lo que se expande, lo que permanece porque permitimos que así sea.

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día.
John Lenon

Desde aquí apuesto por una educación respetuosa, donde desde pequeños, pequeñas, podamos conocer nuestro cuerpo, hablar de él, de lo que sucede cuando de pronto, no nos sentimos sanos, o cuando sentimos enojo, cuando nuestro cuerpo comienza a cambiar y nuestras necesidades sexuales con él...
Acompañar a cada edad desde su necesidad.
Acompañar en el equilibrio entre mente-cuerpo-emoción-espíritu y acompañarnos porque sólo podemos acompañar desde uno mismo, una misma.

Les recomiendo este libro que de una forma fácil y sencilla puede servir de guía para explicar a los más pequeños de dónde vienen los niños:
Mamá puso un huevo. 
Babette Cole

Cuando los y las bebés llegan al mundo a través de una inseminación, donde quizás no existe este contacto físico entre el padre y la madre, igualmente tiene importancia incluir los echos, podemos explicar sin engañar, dejar de tratar a los niños y niñas como seres que no se enteran y no entienden. Hay diferentes formas de explicarles de una forma adecuada a su edad de maduración.
Por otro lado, en muchas ocasiones, ante estos sucesos, el hombre se queda en la exclusión y no podemos excluir al padre, aunque así lo deseáramos, sea la forma que sea de concepción, pues las madres no podríamos tener hijos sin ellos, estén donde estén, los hayamos conocido personalmente o no.
 Gracias a esta unión de ambos la vida continúa. Todo lo que se origine en una exclusión en cierta forma querrá salir a la luz y tomar su lugar correspondiente.
Es importante darle su lugar al padre.

Otro aspecto a rescatar es la última frase del diálogo entre la madre y su hija:
- ¿Qué estás dibujando, no tienes deberes?
Una frase que ya no está relacionada con la pregunta inicial de la niña que, aparte de desviar el tema, y pasar por alto el posible talento de la niña, introduce sutilmente que dibujar, es menos necesario que realizar los deberes.
Me parece interesante poner atención a cómo se aborda para resaltar la importancia que tiene que los y las niñas jueguen, no sólo como tiempo libre después de haber realizado sus deberes, sino como aprendizaje, ofrecer estos espacios y tiempos para que suceda, igualmente como dibujar, danzar, cantar, interpretar...
Si continuamos creyendo que el juego y el dibujo, es una pérdida de tiempo en lugar de verlo como una oportunidad maravillosa para despertar la creatividad y el aprendizaje, frenamos parte de la inteligencia de nuestros hijos e hijas, frenamos gran parte de su potencial.

miércoles, 1 de abril de 2015

Gritos en familia...

Me detengo con mi cesta de la compra para mirar una estantería, de pronto escucho una voz de niña que dice gritando: "¡Quita joder!" de forma automática mi cabeza se voltea a la derecha. A mi lado, hay una señora con un carro de la compra, de la otra parte del carro se asoma levemente la cabeza de una niña de aproximadamente 2 años de edad que me mira con el ceño fruncido. La madre se voltea a la niña y le dice: ¡Tú Cállate!

He nacido en una cultura de gritos, vengo de los gritos, me educaron con gritos, aprendí a través de ellos porque ¿servían? No creo, era por miedo. Miedo de si me reñía mi maestro, miedo de si me reñía mi abuela, mi abuelo, miedo de si me reñía mi madre o mi padre, miedo de si me reñía ese señor que se decía iba a venir por nosotros si hacíamos algo que no tocaba, el poderoso miedo...

Parece que el grito es el único capaz de dominar la situación para salirse con la suya.

Una cultura del miedo, generación tras generación...

Hoy vi justamente esta imagen, me di el permiso de cambiar sus letras, desde aquí mis disculpas a quién las escribió, no me sentía a gusto con la frase "Los gritos no educan". No es mi intención generalizar, mi familia se educó a través de los gritos, en cierta forma fue una manera de transmitir esos valores, los gritos con los que he crecido no me han gustado, de todas formas, hablando desde mí, sí he aprendido con ellos, en cierta forma me educaron.
Que los gritos no me educaran de una forma amorosa y respetuosa como en la que ahora creo y comparto no significa que no me hayan educado, en el miedo por ejemplo.

Generación tras generación se han ido repitiendo los patrones de conducta, sólo podemos transmitir lo conocido.

Nuestra cadena de ADN mantiene la información consciente e inconsciente de hábitos, emociones, situaciones vividas...

Para expandir todo aquello que no sé, que no está instalado en mi, primero necesito conocerlo, experimentarlo, comprenderlo...

Yo hoy, desde este lugar en que me encuentro, agradezco los gritos de mi familia, lo asiento, es decir les digo "Sí, así son, si de ahí vengo, sí yo grito". Y les agradezco porque ellos han sido el inicio y el motor de impulso en esta búsqueda hacia una educación respetuosa.
Ahora, puedo abrir mi corazón, libre a lo que yo también soy, lejos del rechazo (pues si los rechazo me rechazo, porque forman parte de mi historia) amándome sin estar peleada ni con lo que fue, ni con lo que es.

Ahora, puedo decidir qué hacer de aquí en adelante, si algo deseo cambiar, puedo comenzar a partir de aquí con lo que decida para mí y para los y las que me sigan en generaciones futuras.
Puedo elegir formas respetuosas, cuidadosas, amororsas que comienzan en mi propio Ser. Como dije antes: "Para expandir todo aquello que no sé, que no está instalado en mi, primero necesito conocerlo, experimentarlo, comprenderlo."


Agradecerlo no significa seguirlo, sino liberarlo.

Pudiera ser esa serpiente que se voltea y mira para atrás, sin comprender quizás, mirando con otros ojos para después volver a voltearme y seguir mi camino, de otra forma, a mi manera.

Si grito a mi hijo, a mi hija, ...gritarán.
Según qué sea lo que yo les de ...darán.
Si les doy amor, amarán.
Si les doy caricias, acariciarán.
Si les doy confianza, confiarán.

Y según lo que tú te des, podrás dar.

Por otro lado están los otros gritos... Esos gritos que no van encaminados hacia alguien de forma directa, esos gritos liberadores que, a modo de desahogo me calman en soledad en algún espacio al aire libre, cuidándome y cuidando.

viernes, 6 de marzo de 2015

Esos ruidos...

El pasado lunes asistí a la conferencia de Josep Pàmies, "La dulce revolución"
300 personas completábamos el aforo máximo del salón de eventos.
A mi lado, un niño y una niña de aproximadamente 2 años de edad cada uno, sentados con sus respectivas madres.

Lo que a continuación comento es una observación, que quizás, sea comienzo de una reflexión mucho más profunda de lo que sucede en nuestro sistema. Con todo mi respeto les expongo lo que vivencié.

Comenzó la Conferencia, había alguna dificultad con el sonido por lo que no se alcanzaba a escuchar de forma clara lo que el señor Pàmies comunicaba. Se requería de más silencio para poder comprenderle.

De pronto, un señor cercano a mi comenzó a toser. Durante esos breves periodos de tiempo, las personas de alrededor no alcanzábamos a escuchar lo que se decía. En ese momento sólo quedaba poder aceptar el sonido como una parte más de lo que ofrecía la conferencia así que, quise que este sonido me ayudara a concentrarme, poniendo de mi parte toda atención posible, hasta que la tos pasó a un segundo plano en mis oídos.

Después de aproximadamente  media hora, una de las niñas comenzó a llorar, tras este hecho, en ese mismo momento una señora de detrás dijo: "¿Dónde van con críos a un lugar así?"

Observé que algo adentro de mí se movió.

La madre salió con la niña. Una vez salió, las dos señoras de detrás se dijeron: "No es lugar para niños", "no sé dónde van con críos a un lugar así".

Regresaron madre e hija con sonrisa a sentarse de nuevo.

El señor de antes, comenzó de nuevo a toser. Después de esto, silencio.

Pasó un rato y la niña habló un poco en voz alta, su madre le pidió silencio. En ese instante tres mujeres que estaban delante se dieron la vuelta y con rostro serio miraron a la madre. Las dos señoras de atrás siguieron hablando: "No se para qué viene si no se está enterando de nada". La madre le volvió a pedir silencio bajo la mirada de las tres señoras de delante, la niña comenzó a llorar. Salieron de nuevo de la sala.

En ese momento observo cómo mi corazón comienza a latir muy deprisa, mis emociones bailan, me siento incómoda. Mi mente comienza a emitir juicios. De pronto me doy cuenta, recuerdo a lo que yo he venido y poco a poco, respirando, lo voy acomodando en mi interior, hasta que me olvido de lo ocurrido regresando a mi presente, la conferencia.

Al llegar a casa, recuerdo lo sucedido....

Pienso en el ataque de tos que le dio al señor, y el silencio tras este sonido,
pienso en la niña que llora, y el alboroto tras este sonido,
pienso en las madres que asistían con sus hijos e hijas,
en las señoras sentadas alrededor
y en lo que Josep Pàmies estaba diciendo en ese momento...

 "cómo hacer una revolución
 desde la forma de alimentar nuestro cuerpo y nuestra alma
 para promover una mejora en nuestra calidad de vida".

Lo que nos unía a todas las personas que en ese momento estábamos allí.

Pienso que tanto el sonido de la tos como el del llanto no permitían escuchar. Con uno de estos hechos se manifiesta cierto tipo de molestia por parte de algunas asistentes, lo que me hace pensar que quizás no es el ruido en sí lo que molesta, sino algo más profundo.
Pienso que las normas sociales siguen manejando parte de las creencias que quizás hace tiempo no revisamos.
Pienso en la dureza de la propia mujer hacia sus mujeres, quizás estas señoras fueron madres y en algún momento de su vida vivenciaron algo similar.


¿Qué hace dentro de un sistema, que el ruido de los y las niñas moleste?
¿Qué hace dentro de una sociedad, que se vea a las madres como irresponsables al querer hacer algo diferente?
¿Pedimos silencio exterior desde nuestro propio caos interior?
¿Pido que la sociedad cambie pero me molesto cuando alguien lo hace?
¿Qué lugar tienen los y las niñas dentro de la sociedad?
¿Qué lugar tiene la educación y el acompañamiento a los niños y niñas en esta sociedad de cambio? 
¿Dónde, si no es dentro de una conferencia, van a aprender los niños y niñas a asistir a conferencias, fuera de ellas?

Ser madre no quiere decir ser esclava de la vida y quedarse limitada en todos los propios intereses por satisfacer únicamente las necesidades de los y las hijas. Para ser madre, se necesita ser mujer y satisfacer unas necesidades, también como tal, al menos aquellas que cada una considere básicas. Y para ello se necesita una sociedad que apoye este movimiento de ser madre, de ser padre, y el movimiento comienza en uno mismo, en una misma.

Qué hermoso me resulta ver a madres poder asistir a este tipo de conferencias. Porque es la forma que tienen de cambiar el mundo desde ellas mismas para ofrecerle a sus hijos e hijas otra alternativa.
Qué hermoso me resulta ver en estas conferencias a mujeres más mayores asistiendo con su experiencia de vida y creencias, a conferencias de este tipo sabiendo que nunca es tarde, sino que todo llega en el momento preciso.
Qué hermoso me resulta ver que un hombre con ataque de tos decide asistir a escuchar lo que le es de interés, en lugar de quedarse en casa, avergonzado, pensando que va a molestar.


"Seguro algún día dejarán de molestarnos los ruidos de los vecinos porque habremos aprendido a acallar los nuestros propios."



También es silencio el poder aceptar, todo ruido exterior, como parte del mismo.

viernes, 2 de enero de 2015

¿Y tú, tienes mamá?

" ¡Tú no tienes mamá!, le dice un niño a otro mientras juegan."

¿Y tú? ¿Qué opinas como adulto, como adulta ante esta frase? Cotidianamente esta afirmación, aparece en situaciones entre niños y niñas, entre adultos y adultas en la calle, en la escuela, en el metro... en cualquier lugar.

Yo, desde este lugar en el que ahora me encuentro me quedo pensando...

¡Es tan importante prestar atención a las palabras que pronunciamos! ¡Tan importante observar todo el peso que conlleva este tipo de frases! El mundo evoluciona, todo cambia, el ser humano se transforma y así, va girando y girando y mientras tanto, nos vamos adaptando, eso sí, de momento hay una parte esencial que sigue siendo...

Llegamos a la vida a través de un hombre y una mujer, la vida nos llega a través de un óvulo y de un espermatozoide. Mediante el coito, probeta... sea la forma en la que se decida, es necesario reunir ambas energías. Poder honrar, agradecer, ser consciente que al bebé, al niño o niña le llega ese 50% de su madre, el 50% de su padre y permanecerá en su genética, es un gesto que puede ser relevante para el desarrollo de la persona, si puedo ver y aceptar de dónde me llega la vida, agradecerla, respetarla tal cual me llega, puedo ver mi vida con otros ojos.
Ser consciente que puedo tener dos mamás, dos papás, adoptivos o biológicos... sea como sea, ese instante de vida fue dado por un hombre y una mujer y ambos permanecen en mi, en lo más profundo de mis células, esas que me dieron la oportunidad de existir como ser humano, esas células que decidieron multiplicarse y multiplicarse, ellas sabían dónde colocarse, una fuerza mayor les indicaba cuál era su lugar sin cuestionárselo, simplemente lo sabían, lo saben. Esa fuerza es un movimiento que sin más, actúa, un movimiento guiado desde un amor profundo, desde un amor totalmente incondicional que crea la vida.

¿Y ahora? Después de leer esto, ¿Cambia algo cuando escucho "esta niña no tiene mamá"? Puede que sí haya cambiado, puede que no, de todas formas, todo a su tiempo, sin forzar que deba ser así.

Ahora vamos a hacer hincapié en el peso que tiene esta frase que puede llegar a ser recurrente, sobretodo en escuelas, parques... Si no hay mamá, no hay vida. Si no hay papá, no hay vida. Por lo tanto, si hay vida se tiene sin duda un papá y una mamá que están en mí, porque yo soy gracias a ellos. Por lo tanto si existo, tengo una mamá y un papá que en primer instante me dieron la vida.

Puede que por circunstancias de la vida no puedas vivir con tu mamá o no puedas vivir con tu papá, o que no lo hayas conocido, quizás fuiste adoptada, quizás tu mamá o papá murieron, quizás tu mamá se inseminó porque quería ser mamá y deseaba tu llegada con amor, quizás tus mamás pudieron obtener también semen, o que tus papás te adoptaran.

Sea el caso que sea, esas dos historias de genes se cruzaron, ¿casualidad?. Desde el gran misterio de formación que existe en el Universo, el gran misterio de cómo funciona, de las fuerzas que giran y hacen crear la vida en la forma que es creada, no creo que sea casual.

Y si ahora tú te encuentras leyendo este artículo y te das cuenta que es una frase que escuchas en tu entorno o incluso en tí misma, y decides cambiar tu forma de comunicarte en relación a este tema...

¿Por dónde puedes comenzar?:

Puedo comenzar a ser consciente de que detrás de cada ser humano existe una fuerza femenina y una fuerza masculina que dieron vida y ambas existen en ti. Por otro lado, quedará hablar de la influencia del contexto y otras situaciones que se darán después, de momento, por esta ocasión, nos enfocamos en este artículo en el punto inicial de la vida, de la concepción, del primer instante.

Puedo comenzar a visualizar  o imaginar detrás de cada niño, de cada niña, esa fuerza de su mamá y de su papá detrás de él o de ella, y también todo lo que ha hecho posible que así fuera, todas aquellas personas o eventos que lo provocaron, desde un acto de agradecimiento por la vida.

Si yo soy esa mamá o papá que he adoptado, puedo comenzar a honrar y ver detrás de mi hija o de mi hijo a las personas que le dieron vida con grandeza, porque gracias a ellos, ahora puedo mirar a los ojos a mi hijo, a mi hija. Sea cual sea la historia real de los padres biológicos puedo comenzar a mirarla y darle su lugar tal cual es, pues de esa forma en que fue creada la vida en ese núcleo familiar y todos los acontecimientos que desencadenaron después hicieron posible que yo, hoy, pueda tener en mis brazos a uno de los seres que más amo en mi vida.

Si no puedo honrar de dónde me llega el mayor regalo, le resto fuerza a este movimiento de creación. Le resto fuerza a la Vida misma y como consecuencia puede restar fuerza a mis movimientos en la vida... (laboral, familiar, económico, cualquier proyecto a emprender...)

Honrar y darle lugar a la vida y a la forma en la que ésta me llega es imprescindible para comenzar a avanzar con fluidez.

Mamá y papá están en mi.

Ahora si te ha gustado lo que has leído puedes ponerlo en práctica en ti misma, en ti mismo, dando esa fuerza, imaginando a los que dieron vida detrás de cada persona con la que te encuentres en tu camino, y de la misma forma, detrás de tí puedes imaginar a todas aquellas personas que vivieron e hicieron posible la tuya.