lunes, 24 de enero de 2022

Alimentación ¿Cómo lo hacemos?


Antes que nada me gustaría comentar que no soy nutricionista, y tampoco recomiendo con este artículo que hagas lo mismo y mucho menos que hagas algo en lo que no te sientas todavía segura. Comparto, como todo aquello que publico desde mi propia experiencia. Sin declarar si es lo mejor o lo peor, sino lo que a nosotros nos gusta y confiamos.

En casa no obligamos a comer y esto implica que cuando ella ya no quiere más, ya no come más. No hay más cucharadas, no se fuerza, ni jugamos al avión u otros juegos, ni ofreciéndole nosotros y muchísimo menos utilizando algunas de las distracciones tecnológicas (cero pantallas de todo tipo). 

Le ofrecemos desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. A veces lo come, a veces no. Eso sí, cuando son los horarios de comida ofrezco comida, no me vale en ese momento desviar con un picoteo de antes de comer. Aunque siempre hay alguna excepción en días esporádicamente especiales.

Al principio vivíamos algún que otro día con incertidumbre y nos preguntábamos si estábamos acertando. Cuando venía y alguna vez viene el enredo mental me ayuda la siguiente frase: "Aurora, confía en ella, en su cuerpo, en su instinto" me daba y me da fortaleza.
Cuando no quiere comer durante un par de días seguidos y únicamente prefiere teta es una manera de detectar que algo sucede. Nos solemos preguntar si está relacionado con la boca. Casi siempre coincide que esta forma de alimentarse es porque le duelen las encías y aunque todavía no veamos de dónde viene ese dolor exactamente a los días apreciamos que un diente nuevo está por cortar. He de decir que solamente por esta razón he descubierto el movimiento en su boca porque apenas se queja.
Estar atentos de su forma de alimentarse nos permite prestar mayor atención a otras necesidades que puedan surgir.

Tenemos un armario a su alcance, donde ella puede abastecerse de comida que consideramos saludable cada vez que desea. De esta forma ella elige qué comer más allá del las comidas que ofrecemos. Casi siempre suele escoger los frutos secos.

He de decir también que todavía no ha tomado ninguna forma de azúcar más allá que el propio de frutas y verduras.

Hoy, por ejemplo,  ha querido para almorzar maíz suelto en granos, sin nada más. A continuación, un puñadito de nueces, anacardos, almendras y pasas. 
Confío siempre en su apetito, en que su cuerpo sabe qué necesita y me aseguro en que a lo largo del día vaya complementando aquello que es fundamental. Por lo que siempre toma: tetita, fruta, avena integral y ecológica y frutos secos. De una manera u otra esto lo toma a diario como base.
El resto de alimentos es lo que va más en función de su apetito. Igual un día se come un lenguado entero que otro día solo quiere un bocadito.

Esta semana había comido menos legumbres que otras veces y justamente estaba pensando acerca de cómo cocinarlas mañana. 
Para hoy ya tenía preparado un arroz de caldo de pescado y un poco de lasaña de verduras. Suelo tener preparadas dos alternativas de comida y cena para ella, por si acaso. Tampoco me la paso cocinando hasta acertar qué es lo que desea.
Hoy, a la hora de comer no ha querido nada de arroz, ni de lasaña y no es porque no le guste. Le gusta la comida, pero no siempre le apetece cualquier comida que le guste, lógico. Así deberíamos hacer nosotros también, no solamente comer aquello que nos gusta sin preguntarnos qué nos pide el cuerpo.

Retomando, justo cuando habíamos terminado nosotros dos de comer, ha ido al armario y me ha traído un bote de alubias blancas "gutbio" diciéndome a su modo que las quería comer así, frías. Se las he preparado en un plato y al ratito ya me estaba pidiendo más.

Después he caído.

¡Claro! Ahí estaban las legumbres que faltaban. 

Cada vez me alegro más de estar confiando en esta forma de alimentación. Desde el 2009 (época en la que estaba trabajando en Pingüinos en Chiapas) me imaginaba haciéndolo así el día que fuese madre. Al mismo tiempo me decía a mí misma que ojalá fuese capaz de haberme trabajado ciertos miedos para hacerlo de esta manera y confiar en ese instinto infantil.

Aunque sepa para qué lo hacemos así y haya estado preparándome años atrás por si llegaba este momento, aun hay veces en que los fantasmas llegan, me sigo preguntando si estaremos acertando o no. Lo que tenemos claro es que lo hacemos lo mejor que creemos para que así, pueda tener una relación más sana con los alimentos sabiendo escuchar a su propio cuerpo, recordando que los alimentos son parte de nuestra medicina.

Si has leído hasta aquí y hay algo que desees saber no dudes en preguntarme, te atenderé encantada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario