sábado, 8 de enero de 2022
Tejiendo vínculos
jueves, 6 de enero de 2022
Cabalgatas infantiles
Hacía muchos años que no asistía a una cabalgata de Navidad, muchísimos.
Convertirme en madre me ha empujado a desear asistir.
Todo resultaba agradable hasta que de pronto: ¡POOM!
Algunos niños y niñas disfrutarían. Yo solamente me fijaba en el resto de llantos, en sus caras de susto, en cómo unos dejaban de jugar para agarrarse a las piernas de su madre, padre o abuelos, en cómo otras miraban estupefactas y decían en voz baja: no me gusta.
No lo entiendo. ¿Es realmente necesario?
¿Creen que tanto aportan en una cabalgata dedicada a los niños y niñas? La mayoría pequeños y que se asustan con los fuegos artificiales. Además, volvemos a lo mismo... ¿Qué sucede con infantes altamente sensibles?
Las cabalgatas se pueden hacer más inclusivas. No solamente hablemos de inclusión como algo escolar. Hablemos de inclusión en sociedad.
Perfectamente se podría haber sustituido por una actuación más de los músicos que acompañaban la cabalgata, otorgándoles así también la importancia que merecen y reconocimiento con aplauso final. U otras propuestas, que seguro que pueden haber más.
Cuéntame por favor ¿También hay fuegos artificiales en tu pueblo o ciudad? ¿Qué otras alternativas hay? Estoy segura que podremos ir transformando eventos de manera conjunta.
#otraeducacionespresente #cabalgatasinfantiles #cabalgatapapanoel #fuegosartificialesinfancia #llantoinnecesario #llantoinfantil #personasaltamentesensibles #cabalgatasinclusivas #inclusión #sociedadinclusiva #eliminarbarreras #barrerasacusticas #ayuntamientodesegorbe
martes, 4 de enero de 2022
martes, 31 de agosto de 2021
Pérdidas
viernes, 18 de junio de 2021
La educación no debiera guiarse por modas. Con eso no se juega: El camino de regreso.

martes, 8 de junio de 2021
El doctorado. 2. La dirección en la tesis
Siguiendo el hilo de la entrada anterior (Doctorado 1.) seguiré compartiendo aspectos que han sido imprescindibles en estos años de mi vida centrados en el doctorado.
En la primera parte hablé de retos personales.
Ahora me gustaría transmitirte que la elección de una buena dirección en la tesis no es que sea necesaria, es que será fundamental.
En mi caso con "buena dirección" me refiero a una persona que no solamente sea experta en determinado campo de estudio.
Sino que, por encima de ello sea una persona cercana, dispuesta a apoyar, que inspire complicidad, confianza y sepa guiarte.
En mi caso, a parte de todo esto mencionado me encontré con una humildad mucho mayor de la que podía conocer de mi directora. Pude apreciar todavía más de cerca el gran conocimiento y experiencia que le habita y del que jamás hacía mención ni alarde. Considero que esto ha sido clave. Por un lado, por lo que he aprendido de su forma de acompañar y por el otro, en ningún momento me he sentido en grado de inferioridad en el momento de posicionarme ante una persona mucho más experta que yo en educación intercultural inclusiva y otros muchos aspectos.
Mi relación con ella ha sido especial. No habría podido ser de otra manera. Ya nos conocíamos desde la universidad, ella fue una de mis profesoras de psicopedagogía durante los cursos 2003-2005.
Desde entonces mantuvimos cierto contacto durante mi estancia en México y nos vimos en algunas de mis visitas esporádicas a España.
Cercana, disponible, consejera, paciente, amiga, psicóloga en momentos de derrumbe, guía. Siempre ha intentado buscar las formas diferentes para que yo pudiera entender y avanzar.
La relación de confianza que se ha ido gestando ha sido pieza clave. Ha sido imprescindible una comunicación totalmente cercana y honesta para comprender nuestros ritmos y tiempos y así respetarnos (yo en mis procesos y los suyos. Ella en los suyos y los míos)
Atreverme a pedir, atreverme a recibir y atreverme a dar. Procesos que se han ido dando no solamente con ella, sino con el MEICRI, equipo de investigación del que me animó a formar parte durante mis dos primeros años de estudios de doctorado y con el que espero colaborar y seguir aprendiendo cuando este proceso finalice.
Una vez más gracias Auxi por guiarme, por sostenerme de la mano y empujarme al vacío cuando lo has creído conveniente. Infinitamente agradecida por estos 7 años que se suman de aprendizaje a tu lado, todo lo que me has aportado y lo que me falta por aprender de ti.
Si estás pensando en realizar un doctorado ¿Quién deseas que te acompañe en este proceso?
Escoge muy bien a quien será tu compañía y guía experta porque será tu aliento en los días y las noches de declive y oscuridad.
lunes, 31 de mayo de 2021
El doctorado. 1. Todo un reto personal
Como comenté en alguna ocasión, comencé en 2015 un curso de doctorado. Ello me ha llevado a dejar de lado este blog durante un largo periodo de tiempo. Pasé de escribir una entrada al mes a hacerlo esporádicamente, después paulatinamente fui dejando de publicar, incluso de escribir para mi misma. Comencé a escribir solamente el informe de Tesis Doctoral.
Mi inmersión en este doctorado ha sido cada vez mayor y conforme invertía mi tiempo y mi ser en esta formación en investigación fui dejando el blog casi inmóvil.
Al doctorado se fueron sumando situaciones más complejas. Lo que pretendía realizar en 3 años (porque 5 me parecían demasiado) terminaron siendo 7.
No ha sido un proceso sencillo, nada especial, imagino que lo que vivirán todas las personas que se introducen en un doctorado, sobre todo cuando tu edad es un poco más avanzada y por esa razón tus derechos a pedir una beca ya finalizaron hace años.
Solamente las personas cercanas a mí han comprendido parte de esta vivencia. Mi vida se ha volcado por completo en ello (confinándome durante más tiempo que el covid, ha sido en muchos momentos desgastante). Me gustaría rescatar algunos aspectos personales respecto a mi vivencia con el doctorado. ¡Quién sabe! A lo mejor a alguien se sirve de apoyo.
Para no hacerlo extenso lo comentaré en varias entradas. En esta ocasión me centraré en esta: "El doctorado, todo un reto personal para mí".
Antes de continuar me gustaría por un lado, agradecer a todas las personas que he conocido gracias a estos años de estudio y a todas las que han estado cerca de esta vivencia apoyándome de una u otra manera y haciendo posible que siguiera adelante, han sido muchísimas.
Por otro lado, espero que esta experiencia no condicionara tu decisión de hacer o no un doctorado si es que te lo estás planteando. Los momentos personales y situaciones que vive cada quien son muy diversos. Lo que aquí comparto es simplemente parte de mi experiencia y puede ser muy diferente a la tuya.
Me siento feliz de haber llegado casi al final, digo casi porque todavía falta superar el día del examen en el que tendré que defender mi tesis doctoral y queda menos de un mes de intenso trabajo para prepararlo.
Sin saber lo que realmente suponía un doctorado a nivel de trabajo quise embarcarme en dicha aventura. Por un lado, para superar mis propias barreras y límites ya que considero que aunque me haya gustado, siempre me ha costado muchísimo estudiar. He tenido que dedicarle muchas más otras que cualquier otra persona. Por otro lado, porque pretendía realizar la investigación de un tema que me motivaba de manera exponencial desde que estaba en México.
Todo ello suponía muchos retos.
Quizás porque desde pequeña estos retos me han impulsado a crecer o porque como me dijo una vez una amiga, Nieves: en tu carta astral aparece un impulso a realizar cosas grandes. Este "cosas grandes" lo entiendo como retos que me suponen un aprendizaje mayor como por ejemplo, cuando emprendí el viaje a México y decidí a la semana realizarlo sola. Yo, que no me atrevía con 24 años a ir sola al pub de mi pueblo si no era sabiendo con certeza que estarían allí mis amigas.
Lo mismo pienso que me pasó con el doctorado. Deseaba con todas mis fuerzas visibilizar a la pedagogía sistémica desde un lado académico en el que pudiera darle un lugar al lado de la escuela inclusiva siendo conocedora de las posibles críticas que pudieran emerger debido a diversas interpretaciones de la misma.
Escoger un tema como el de la pedagogía sistémica para mi doctorado fue sencillo, sabía lo que deseaba con todas mis fuerzas, sin embargo llevarlo a cabo no ha sido una tarea fácil. Todavía es una temática cargada de prejuicios en algunos campos y desconocida para otros. Quise apostar con todas mis fuerzas por esta pedagogía porque desde que decidí realizar la formación en México pude contemplar de cerca las transformaciones que podían desencadenarse. Quise enfocarme de lleno en ella desde un amor infinito y con confianza y ahora que ya por fin puedo ver la tesis impresa a mi lado me resulta increíble haberle dedicado tantos años de mi vida. Digo tantos porque 7 me siguen pareciendo demasiados.
Todo ello me ha llevado al aprendizaje y también al desgaste. En varios momentos del proceso me he sentido abatida, con ganas de abandonar. Entre otras cosas, aparecían los monstruos en mi cabeza para recordarme que llevo un ritmo diferente al de las demás personas, que me cuesta entender lo que leo y necesito más tiempo. Ser consciente, cada vez más de que tengo que revisar el orden de las frases y las palabras que escribo porque lo que percibo a veces no es lo que realmente está escrito, porque en mi cabeza hay lugar para palabras incluso frases pero que por el funcionamiento de mi cerebro pienso que lo escribo y no escribo. Ser consciente que necesito muchas más horas que otras personas tanto para leer y entender como para expresar lo que realmente deseo.
Me hubiera encantado que docentes que me enseñaron, sin la necesidad de que me hubieran colocado una etiqueta, me hubieran acompañado a descubrir lo que me pasa. ¡Cuánto me hubiera ayudado en mis estudios haber entendido el funcionamiento de mi cerebro! Se que a más personas les sucede y dejan de confiar porque alguien colocó una etiqueta demasiado pronto. Yo siempre he cargado con la de demasiado lenta y con la frase: no hace más porque no quiere. Sin embargo, hubiera agradecido que alguien me hubiera explicado por qué a mí me costaba mucho más que al resto. Hubiera agradecido que me hubieran facilitado diferentes técnicas de estudio. Sin embargo, también agradezco y muchísimo, que todo haya sucedido tal cual ha sido porque ¿y si de haberme puesto una etiqueta se me hubiera frenado el aprendizaje?
Ahora entiendo que tenía que ser así, y está bien, lo tenía que descubrir por mí misma. Y no ha sido hasta haciendo el doctorado que me he sabido respetar en mi forma de estudiar y de entender ciertas consignas. Me he reafirmado lo que me sucede. Ya no creo que soy lenta, sino que llevo un ritmo diferente. Escuchar y conocer mis tiempos me ha ayudado a tomar ciertas decisiones durante mi investigación. Entender que tengo una dificultad en la atención que me hace entre otras cosas desviarme de la lectura y escritura, y dificultad en entender consignas me ha llevado a realizar esfuerzos y a enfocarme en otra forma de trabajar diferente y determinada que es con la que me siento cómoda.
Me ha ido llevando a desarrollar otras habilidades para mi trabajo que se centran más en lo que no se dice y en el movimiento del cuerpo. Por ello en mi consulta no se necesita que la persona hable y me cuente, a veces les digo que no necesito tanta información porque la información que realmente necesito puedo captarla de otra forma, lo que tengo dificultad para percibir desde un campo, tengo una sensibilidad desarrollada para percibirla de otro lado. Puedo darme cuenta de ciertos aspectos. No es ningún don de sensibilidad. Es simplemente una capacidad diferente desarrollada que explica aspectos de mi vida. También hay una etiqueta que la llama PAS. Yo prefiero no llamarlo de ninguna manera porque se que también podría colocarme otras etiquetas que en lugar de ayudarme me limitarían.
Mi manera de entender ciertas cosas es diferente. Por eso me cuesta entender bromas e incluso chistes, incluso a veces tengo que cerciorarme constantemente con un: "A ver si te he entendido. ¿Lo que estás queriendo decir es ...?"
Probablemente el día de la defensa mi tesis tenga que pedirle al tribunal si por favor me puede formular alguna de las preguntas de forma diferente.
Aun con todo ello y como psicopedagoga también me gustaría transmitirte que no confío en etiquetas en el alumnado más sí en la búsqueda de soluciones diferentes a lo que sucede. Quizás una etiqueta puede ayudar buscar soluciones. Pero también la ausencia de la misma etiqueta también debería de buscar soluciones diferentes para cada alumno y alumna. Finalmente cada quien lleva su ritmo. Conseguir una atención individualizada real implica buscar herramientas diferentes. Lo que realmente sucede es la búsqueda, casi enfermiza, de etiquetas. Porque así, las etiquetas atraen apoyos al aula.Desear realizar un doctorado es un trabajo intenso, los ritmos de la universidad son diseñados para todos por igual. Sin embargo, confía en ti. Si te escuchas en tus ritmos y te conoces tendrás una gran ventaja para tomar decisiones que te hagan sentir cómoda. Siempre podrás descubrir algo nuevo sobre tí. Cree siempre en tus posibilidades.
miércoles, 19 de mayo de 2021
Momentos de juego
Los niños y niñas necesitan conocer el mundo a través de sus propios sentidos, sobre todo en la primera infancia ya que es la manera en la que perciben y conocen su entorno. No necesitan que les enseñemos a jugar, mucho menos indicarles cómo tienen que moverse sus muñecos durante el juego simbólico.
A menudo se les roba la oportunidad de que aprendan por sí mismos, por sí mismas. De esta manera se les priva de que se alegren por sus propios descubrimientos.
Hoy vi de cerca cómo la persona adulta con sed de sentirse necesaria por alguna razón interna, no solamente juega dirigiendo absolutamente todo el juego sin dejar lugar a la niña, sino que escoge los juguetes con los que va a jugar mientras los saca de la caja, y monta y sitúa cada uno de los muñecos en un lugar concreto. Desvela cómo se mueven y cómo se abren las puertas del castillo. Yo observo cómo lo que sucede es justo lo contrario, se están cerrando las puertas de la experimentación, de la imaginación y mi hija mira todo lo que sucede pasivamente. Lleva 5 minutos observando lo que hacen sin poder jugar. Probablemente ella tenga ganas de desmontarlo todo porque es su forma natural de jugar en esta edad y es lo que intenta hacer mientras le desvían una vez más de su propio interés. No se le escucha.
Las personas adultas están felizmente jugando, probablemente sin darse cuenta que solamente se escuchan a ellas mismas.
¡Así también aprende! dice una voz. Decido entrar en silencio en ese instante por diferentes motivos. Respiro mientras pienso: Así lo que aprende es cómo juegas tú, no descubre su propio juego.
Estoy feliz, agradecida a la vida de poder estar contigo durante todas las horas posibles. Mañana, volveremos a la tierra con tus juguetes de madera y con las algarrobas, piñas, palos y piedras que mordisqueas sin que te digamos: "a la boca no"o "caca". Juego sin dirección. Mañana jugarás tú y yo te acompañaré en tu juego, sin directrices. Y si lo que encuentras es una colilla, basura u otro material similar ahí si te guiaré para mostrar la diferencia. Mañana será como todas las mañanas tu juego no dirigido y como cada mañana, yo te ofreceré un espacio, objetos y tú experimentarás sin que yo te diga cómo debes hacerlo.
Y como todo lo que escribo, esto sólo es una forma de hacer, no pretendo indicar que sea lo correcto. Como digo siempre: cada madre, cada padre, saben qué es lo mejor para sus crías.
¿ Y tú? ¿Encontraste limitaciones cuando jugabas en tu infancia?
domingo, 12 de abril de 2020
Momento presente.
El impulso de contarles acerca de cómo me vivo "Respirando" en este instante me remonta a esos siete años de experiencias pintorescas vividas en Mexico.
Mexico, país que marcó otro antes y después en mi vida. Sus gentes, sus costumbres, sus culturas, parte de este amado territorio penetró y sigue habitando en mí en esta distancia espacio temporal. Viene una y otra vez a recordarme mis raíces, a recordarme cómo empezó todo. Con la RESPIRACIÓN.
Entre todas las situaciones vividas que fueron forjando parte de la persona en la que me reconozco, rescataré mi paso por la montaña de El Mirador.
El Mirador o coloquialmente conocido como la montaña de Don Lauro, reconocido hombre medicina en Mexico que no solamente inició este proyecto, sino que transmitió y sigue transmitiendo parte de sus conocimientos para cocrear un mundo más consciente, armonioso con el entorno que le rodea. En este lugar es donde conocí a mi estimado grupo de kung fu de la mano de uno de los maestros más sabios, humildes, leales y honestos que conozco: mi querido y apreciado maestro Agustín.
Recuerdo el final de cada clase de kung fu donde Agustín nos recordaba la siguiente frase: "El verdadero kung fu comienza allí afuera, en el día a día, esto solamente es el puro entrenamiento. Lleven el kung fu a su quehacer diario, cuando se crucen con esa persona que no les gusta, cuando manejen y se atraviese un taxi (no está de más añadir la forma peculiar de manejar que tienen los taxistas en este pueblo). Ahí, ahí comienza el kung fu".
Esta situación de cuarentena es una de esas oportunidades que queda fuera de ese entrenamiento. Es una oportunidad que la vida nos ofrece y está en nuestras manos decidir cómo deseamos vivirla.
Puede ser un lindo momento de reencuentro hacia adentro, una cita con nosotras mismas que sirva para poner en práctica todas esas experiencias vividas, esos conocimientos adquiridos sean desde el kung fu, el Reiki, meditación, relajación, yoga, educación emocional y un largo etcétera de disciplinas o actividades que se han ido acumulando en nuestra memoria corporal.
Es una oportunidad más para reconectarnos con todo lo que habita en nosotros y ponerlo en funcionamiento si todavía no lo habíamos hecho antes. Puedes darte el permiso de reconectar con esos conocimientos adquiridos, rebuscar y practicar sin importar las veces que nos despistemos.
Es ahora cuando más necesitamos de ese respirar consciente que nos trae al presente inmediato y nos permite agradecer que seguimos vivos en esta matrix. Es ahora cuando estamos fuera de ese ensayo, de esa clase de los lunes que hace que desconectemos. Es ahora cuando se necesita recordar, recordarnos mutuamente que no únicamente somos este cuerpo que habitamos. Y es uno de los mejores momentos para traernos al presente desde todas esas herramientas que ya están en nuestro interior.
Detenerme unos instantes, respirar y volver a recordar desde el corazón qué está haciendo mi cuerpo en este presente, cómo se mueve, cómo está posicionado, cómo se expanden y contraen mis pulmones, cómo la sangre circula y cómo mi corazón palpita. Aunque deje de escuchar a mi cuerpo él sigue, su maravilloso y misterioso funcionamiento sigue aunque yo no le de órdenes, es más, ni siquiera se que está haciendo en este instante mi esófago, mis riñones o mi sistema inmune.
Y respiro. Me detengo. Sin acelerarme al futuro, sin anclarme al pasado. Sin importar cuántas veces me despiste, sin importar las veces que me evada, sin importar las veces que huela al miedo acercarse. Y si viene le doy la bienvenida, lo acojo, porque también forma parte de mí. Lo observo, me doy cuenta de su presencia sin evadirlo y desde ahí vuelvo a respirar y vuelvo a traerme al presente inmediato, este presente donde me siento viva, donde celebro mi aprendizaje cotidiano.
No importa el tiempo que hayas dejado de practicar alguna de estas disciplinas, cualquier momento puede resultar una buena oportunidad para retomar y recordar que el simple hecho de respirar de manera consciente nos contiene, nos mantiene, nos libera.

R
e
s
p
i
r
a
Respira sorbo a sorbo, respira cada parte de tu cuerpo lentamente y agradece. Agradece el hecho de estar vivo, de estar viva, agradece...
lunes, 28 de octubre de 2019
Nada permanece

viernes, 20 de abril de 2018
Reconociendo lo que es, tal y como llega
Pude viajar por diferentes lugares de España compartiendo nuestra forma de organizarnos con el alumnado, con el equipo educativo del centro y con las familias. (Cuando me refiero a equipo educativo no solamente estoy hablando de personas a cargo de una tutoría o de dar clase, sino también de las personas que trabajaban en cocina, en el huerto, mantenimiento, en secretaría, porque todas ellas acompañaban con la misma filosofía al alumnado, cada quién desde su lugar de trabajo).
Algo que aquellas personas que redactan leyes de educación desde sus despachos se les olvidó añadir. Las escuelas necesitan un proyecto educativo también para sus horas de comedor, pues también se requiere de una educación en valores para el delicado momento de nutrir el cuerpo, el acto de alimentar nuestro vehículo que será permanente durante este viaje llamado vida, pero esto lo dejaré para otra entrada.
El hecho de promover estos talleres en España no fue, ni sigue siendo un camino fácil, a la vez que resulta enriquecedor y desafiante. Cada escuela, cada grupo, se convierte en reto porque nunca un taller es ni será igual a otro, continúo feliz aprendiendo junto con las escuelas que me invitan a vivir la experiencia de estos cursos.
Ahora, ya no resulta raro escuchar acerca de inteligencias múltiples, mindfulness, comunicación asertiva, educación emocional o sistémica. Recuerdo que en 2010, algunos directores de escuelas que visité se me quedaban mirando como si yo acabase de llegar de otro planeta. Quizás no llegaba de otro planeta, pero sí de otro continente del que considero que todavía quedan muchos valores por rescatar o recordar, justamente me refiero a aquellos que no salen en las noticias, ni en los viajes turísticos, sino los que alcanzas a valorar cuando formas parte de su comunidad. Valores que también habitan en nosotros, en nuestra cultura, pero quizás han quedado enturbiados, olvidados y se necesitan aclarar para volver a recordar.
Desde aquí deseo agradecer a todas las escuelas o grupos de familias por las que he pasado y aparecen nombradas en algún rincón de este blog. Gracias a todas por haber caminado juntas y permitirme aprender junto a ustedes. Desde aquí reconozco que a veces mi papel es el de provocarles y llevarles, con el cariño que puedo, hacia otra mirada, a veces rompiendo esquemas, a veces de manera incomprensiva simplemente por el hecho de experimentar la incomodidad o inseguridad y darles la bienvenida, porque también desde ahí nos damos el permiso de empatizar con los otros y con nosotras mismas.
Hoy deseo dedicar unas palabras a este colegio público: CEIP Cervantes en Vall d´Uixò. Con su permiso añado esta fotografía porque desde aquí deseo reconocerles. Se que a veces no es sencillo realizar la formación completa en mis talleres. A veces lo que un maestro desea son herramientas, estrategias en las que: "Ante caso A, aplíquese B" y desde estos talleres esto no es posible, estos talleres acompañan hacia un modo de ver las situaciones de manera diferente. Les he acompañado en varias sesiones, para mi es un regalo poder repetir en una de las escuelas que me ha asombrado desde que llegué y ha terminado seduciéndome con dosis de humildad y constancia.
Si la conoces sabrás que nada más entrar es una de esas escuelas donde huele a entusiasmo y a acción, y no solamente a través de sus paredes.
Este equipo, como podrían ser otros tantos, me recuerda las ganas de aprender y seguir avanzando desde una educación respetuosa, empática, emocional. Y cuando no es así, se reconoce desde dentro y surge el empeño por desear transformarse. Ese darse cuenta, para mi es un acto de humildad y de sencillez profunda que me invita a la reflexión.
Pienso en lo afortunada que soy de poder trabajar en lo que amo y encontrarme personas maravillosas en el camino que me siguen recordando cuando me olvido, que sí, que es por ahí, que la educación en la que confío ya es PRESENTE solo que a veces no me doy cuenta. Y no importa la edad, ya no me sirve escuchar que hay maestros o maestras muy mayores para las aulas y que están cansados y sin ganas de hacer. No, eso no me sirve. Hay personas con ganas de hacer y personas que no las tienen tanto, independientemente de si recién salen de superar una oposición, como si es el último mes de jubilación.
Gracias por permitirme aprender de ustedes, de su entusiasmo, de su templanza, de su amabilidad, de su honestidad, de su cariño y cercanía.
Para todas esas escuelas públicas que siguen dando sus pasitos para el reencuentro con uno mismo, con su alumnado y con sus familias.Y para todas aquellas escuelas que, aun lejos de dar el paso, comienzan a mirarlo.
Y gracias también por todos esos pasos que precedieron para traernos hasta aquí a través de aquellas personas que quizás no he conocido.
Con amor, respeto y admiración.
Otra educación es presente.
domingo, 5 de noviembre de 2017
Cuidados...
Hoy quería dejar rastro de esta experiencia que he vivido recientemente. Todo comenzó con una llamada de teléfono de una compañera del grupo de investigación en el que participamos, en quién confío plenamente. Aida. Confío en ella como persona; sus acciones, su forma de ser y estar nacen de su órgano palpitante, ella para mi es como un angelito de la guarda que permanece en silencio para decirme las palabras justas en el momento preciso, con seguridad, entereza, análisis. Apenas nos vemos (bueno últimamente no veo a muchas personas) y aunque se lo he dicho alguna vez para mi es, junto con otras personas de mi entorno, otro de los apoyos en este proceso de tesis.
Me explicó una propuesta, me preguntó si estaría interesada en ofrecer una ponencia acerca de la "pedagogía de los cuidados". Le comenté que yo no tenía formación precisa en dicho tema. - Sí, tienes tu experiencia, desean una ponencia que hable acerca del cuidado en la comunidad escolar y como está relacionado y enfocado al tema de tu tesis he pensado en ti.
Los sentimientos con los que me encontraba justo en ese preciso momento en que sonó el teléfono se transformaron hacia el agradecimiento, un agradecimiento expresado como sonrisa en mi rostro por sentir de cerca la confianza de Aida en mi trabajo.
Quiénes me conocen saben que me retiro por unos momentos a sentir las propuestas, me doy el tiempo necesario para que reposen en el corazón, a veces son minutos, a veces horas, a veces días. Escucho a mi cuerpo, me gusta escucharlo, según la forma en que mi cuerpo respira la propuesta se si es para mi, si es o será en un beneficio mayor cada decisión (claro está que a veces también me equivoco y termino enredándome en asuntos pero coincide que esto sucede cuando estas decisiones son tomadas desde el impulso y la acción-reacción) cuando bajo al corazón, casi nunca se equivoca. Pues la propuesta de Aida, solamente me costó unos minutos, viniendo de ella ya era una propuesta del cuidado, del cariño, ella conocía mi momento, así que dejándome sentir, todas mis creencias acerca de las ONG´s se podrían dejar de lado. A veces me viene bien dejar de lado las creencias, romperlas, jugarlas, removerlas, porque quizás pueden volverse limitantes y desde esa limitación, al menos yo pierdo oportunidades de aprendizaje, me estanco.
Me sentí cuidada por Sandra durante el proceso de preparación, atenta a los mails, dispuesta, entregada, dulce al otro lado del teléfono para explicarme el programa y lo que fuera necesario. Así da gusto trabajar porque el trabajo deja de ser trabajo cuando se convierte en pasión y se recibe, claro que se recibe.
Ayer fue la ponencia, Aida me llevó de la mano sin saberlo. Y sin saberlo también yo me encontré con personas conocidas en la sala. Sonrisas, encuentro. El cuidado, el reconocimiento, el cariño, la entrega...
No llegué a contar nada nuevo, no llegué a contar algo que no conocían, llegué para recordarme y recordar aquello que a veces se nos olvida.
Regresar al origen, a lo sencillo, a lo que va antes de lo que vemos para amarlo desde un inicio y entregarle el valor y reconocimiento desde nuestra mirada, sin necesidad de hacer grandes cosas, detenernos a respirar y saborear ese preciso instante, mirar a la otra persona tal y como es para cuidarla si es que deseamos hacerlo. Para cuidarla a su forma y no a la nuestra, porque hay infinitas formas de cuidar, tantas formas como personas.
"Cuidamos aquello que conocemos, pues atrevámonos a conocer al alumnado en su expansión, entremos en su mundo, no para convertirlo en chisme, sino para saborearlo y dignificar lo suyo, para decirle: "Me interesas más allá de las paredes de esta escuela, te amo con todo" y ese todo implica su historia, su familia, sus costumbres, su barrio... Necesitamos saber de nuestro alumnado, desde el cariño, desde la atención, y se convierte en un arte que solo quiénes desean pueden acceder a él."
Recibimos más cuidados de los que creemos, una dificultad es que a veces deseamos que el cuidado que vayamos a recibir nos lo entregue alguien en concreto y además, de la forma que no expresamos porque esperamos que la otra persona lo adivine. Tenemos la oportunidad y responsabilidad de decir cómo deseamos ser cuidadas, al igual que tenemos la oportunidad y responsabilidad de escoger cómo deseamos cuidar y desde qué lugar hacerlo: si desde un lugar que se añade a la lista de reproches, más conocido y famoso por la frase "con lo que he hecho por ti"; si deseamos cuidar desde un lugar complaciente; desde el amor incondicional...; o desde cualquier otro lugar en el que ahora no caigo. Tú decides. Otra dificultad es que a veces la vida nos pone ante diferentes situaciones que tenemos que afrontar y quizás no estamos preparados para decidir.
¿Qué puedo hacer en ese momento?.
Creo que siempre es linda opción el dejarnos cuidar, recibir el amor que el universo nos entrega y está en cada detalle de nuestro entorno.
Como suelo decir, no solo nuestro camino de cuidar es el correcto, no solo las personas que nos reunimos en esa sala estamos en lo acertado por el deseo de querer convertir la escuela en un lugar mejor, habrá muchas formas, muchos caminos. Desde este pequeño lugar te recuerdo que también hay muchas personas mirando al mismo lugar que tú. No te sientas sola, no estás solo. Somos más. Muchos más...
Gracias al grupo de ayer, por esas miradas que ofrecieron y recibieron, son las que el mundo necesita. Ustedes ya saben a cuáles me refiero.
Gracias Eva por el reencuentro en todos los sentidos.
Aida, te tocará venir a probar el te. ;)