domingo, 13 de marzo de 2022

Momento presente

Infinitamente agradecida. Recibiendo a través de lo que doy. Recibiendo fuerza para estos tiempos en los que vivimos. Recibiendo la paz que necesito ante las turbulencias.

Desde la pandemia había dejado las formaciones en gran grupo. Durante este tiempo solamente he atendido a personas a nivel individual o grupos de confianza muy reducidos.

El pasado domingo estuvimos en este bello espacio. No puedo decir que estuve trabajando porque esta palabra todavía seguiría reduciendo lo que siento desde las entrañas. Digamos que disfruté y a cambio recibí mucho más que una aportación económica. Recibí cariño, aprendizaje, abrazos, reencuentros, calma, confianza y agradecimiento.

Quienes me conocen saben lo que amo mi profesión y cada vez que termino mi quehacer y recibo gratitud me invade la satisfacción de saber que de momento estoy en el camino. Sí, aquí es, me digo. 

El pasado encuentro de Constelaciones familiares surgió a raíz de la petición de una persona, fue ahí cuando sentí el impulso de volver a crear grupo.

La sala se llama Sat Kara y está en Benissanó (Valencia), es un espacio muy significativo porque pertenece a una amiga de corazón. No solo representa mucho para ella. Esta sala significa mucho para mí a través de lo que me ha mostrado su ser en todos estos años que la conozco y seguimos compartiendo. 



Esta sala ha sido su impulso, su búsqueda personal, su persecución de sueños, sus límites, sus retiradas, su desapego, sus inercias, su crecimiento y también sus tristezas y alegrías hasta que la ha parido. Esta sala es motivación, inercia. Muchos años compartidos en distancia y cercanía.

A Laura la conocí en abril de 2011. Asistió a uno de los cursos que facilité acerca de la educación holistica y cómo acompañar en la infancia de una manera respetuosa a través de nuestra transformación. Desde entonces seguimos caminando muy de cerca y hemos compartido mucho camino de alegrías y duelos.

Me siento infinitamente agradecida de regresar al grupo de la mano de este espacio. Gracias a los 12 sistemas que hicieron posible el encuentro. Un grupo de personas, algunas conocidas, otras desconocidas. Mirando heridas, liberando memorias, transformando miradas, sanando desde el alma.

Qué bello poder acompañar este trabajo que es lo que más me mantiene en el aquí y ahora inmediato, atenta a cada percepción, a cada mensaje, a cada movimiento, a cada suspiro, a cada mirada. Entregada con mi cuerpo y alma a hacer una de las cosas que más amo en esta vida. Ponerme al servicio y recibir.

Gracias infinitas a cada una de las personas que asistieron, a sus sistemas, y como no, a ti y a este espacio que nos acogió con tu presencia.

Este es mi camino, acompañar a otras personas.  De momento es donde deseo y dónde sé que puedo aportar al mundo. Ofreciendo lo que se hacer y lo que me gusta. Recibiendo.❤️

sábado, 26 de febrero de 2022

Las invasiones y nuestra Paz

Los ojos del mundo dirigidos hacia un solo lugar. Un segundo convertido en una eternidad.

¿Para cuándo la paz?


En este relato es mi último objetivo comparar toda esta serie de situaciones que menciono con una invasión de territorio como la que se vive actualmente y se ha estado viviendo y continúa en muchos otros países. Estas guerras que arrasan y te arrancan la vida de una manera desgarradora. Para nada deseo hacer esas comparaciones. 
Este escrito me ha surgido a raíz del momento en que vivimos y mi propósito no es otro que el de recordarme a mi misma el camino. De paso, si te sirve para que recuerdes el tuyo y arroje algo de luz en esta oscuridad, me sentiré mucho más agradecida con la vida.

Durante mis años vividos en México, tuve la suerte de ser acompañada por grandes maestros y maestras.
Todos ellos y ellas me guiaron en el proceso de mirada hacia mi interior y me aportó paz, mucha paz, cada vez más.
Comprendí que siempre podemos hacer algo y que, por pequeño que sea, siempre queda en nuestras manos la transformación.
No solamente son las formaciones, sino su puesta en acción porque cuando no lo practicas el miedo de nuevo surge y hace que actúes desde una vibración diferente.
Comprendí la importancia de la disciplina y del recordar.

Con el tiempo y muy a mi pesar también aprendí que hay personas que no quieren la paz (aparentemente), mucho menos transformarse. Probablemente algo más profundo les suceda y les arrastre hacia ese lado. Sin embargo, no es nuestra tarea desear que la otra persona cambie si la otra no desea que haya cambio. Puede ser frustrante y desgastante y además, el deseo de transformar a la otra nos sitúa en una posición de creernos en superioridad.

Me costaba creer o más bien no quería creer que determinadas personas buscasen como propósito satisfacerse a sí mismas a costa del sufrimiento de las demás. Cuando pienso desde la frialdad, me sigue costando entender cómo para sentirse superiores necesitan dominar, y no solo eso, sino que además, para conseguir dicho dominio necesiten pisotear el bienestar de la otra y su derecho a la intimidad.

Tristemente las dominaciones e invasiones no solamente suceden entre países, suceden en cada uno de nuestros espacios.
Estas invasiones de dominio suceden en la familia cuando por ejemplo se desea imponer a la otra, sobre todo, en un terreno en el que ya no corresponde tomar decisiones.
Las invasiones existen en cada pérdida de respeto hacia la otra. 
Suceden invasiones de casas y otros espacios personales.
Suceden invasiones de cuerpos.
Suceden también invasiones cuando no se respeta el ritmo de juego de la infancia.
Suceden invasiones cuando la persona adulta desvela la solución de juego en la infancia antes de tiempo robando así los aprendizajes y forzándolos para que sucedan cuando no corresponden.
Suceden invasiones en los patios escolares. Todos los días.
Suceden invasiones en los puestos de trabajo. 
Suceden en la calle con mensajes y golpes violentos y no tan violentos.
Suceden en las redes sociales.
Suceden invasiones teléfonicas.
Suceden invasiones en forma de creencias que te bombardean acerca de cómo tienes que llevar tu vida y cómo tiene que ser tu cama.

Siento enfado, sí. Mucho.

Cuando sucede este acto de dominación o invasión siento enfado, este mismo enfado me pone alerta. Me doy cuenta de lo que necesito, de que algo grande sucede dentro de mí.
Me doy cuenta que mis sentimientos y pensamientos no me ayudan y vuelvo a mí, regreso a mi paz. 
Me vuelvo conmigo en mi silencio, respiro. Y esto lo transforma todo adentro aunque no transforme nada allí afuera donde están los bombardeos.
Intento abrirme a una nueva mirada para conseguir paz, mi paz y la de mi entorno próximo.
Y desde esta paz me hago fuerte para seguir construyendo mis límites y confiar en mis fortalezas.
Porque a veces,  nada podremos hacer con las personas que llevan sus propias guerras y bombardean (bombas, palabras y acciones), nada podremos hacer en el tráfico de armas.

Ante estas situaciones cada vez tiene menos sentido desear cambiar a la otra. Es imposible y al mismo tiempo, no es nuestra tarea. No nos corresponde porque mientras estamos pendientes de lo que debería cambiarse en la otra, dejo de atender lo que puedo transformar aquí adentro para conseguir la paz.

A parte de mostrar al mundo nuestra repulsa hacia las guerras, sí podemos hacer aquí adentro algo para que todo este enfado se transforme.
Sí podemos hacer, es más, es nuestra responsabilidad sentir y crear paz, nuestra paz y la de nuestro entorno más cercano.

Y esta paz no significa estar en silencio, esta paz no significa hacer lo que los demás desean que hagas con tu vida, esta paz se dirige hacia tí, te envuelve y desde ahí recuperas tus fortalezas para establecer los límites esenciales y ser guardia y custodia de tí misma, cuidadora de tu cuerpo y mente. Protectora del bienestar de los infantes a tu cargo y a su vez esta paz que sabe limitar, puede ser revolucionaria.
Nuestros límites personales son una buena forma de establecer nuestra paz.
Como decía Gandhi: no hay caminos para la paz, la paz es el camino.

Y si has leído hasta aquí, te invito a que sigas preguntándote:
¿Para cuándo la paz en el mundo?
¿Para cuándo la paz entre países?
¿Para cuándo la paz entre vecinos?
¿Para cuándo la paz con tus compañeros de trabajo?
¿Para cuándo la paz en la infancia?
¿Para cuándo la paz lejos de la manipulación?
¿Para cuándo la paz lejos del chantaje?
¿Para cuándo la paz en tus comentarios del día a día?
¿Para cuándo la paz en tu mente y corazón?

¿Para cuándo la paz?

martes, 22 de febrero de 2022

Mi sentir acerca de las Constelaciones familiares

Hace un tiempo no me atrevía a nombrar en mi currículum mi formación y experiencia en Constelaciones familiares.
En todos estos años he escuchado todo tipo de argumentos.
Hoy comparto desde este perfil profesional que en cualquier trabajo las malas praxis que se hayan llevado a cabo son malas praxis y hay que sacarlas a la luz.

Si un maestro no ejerce como debiera es una mala praxis.
Si un abogado no ejerce como debiera es una mala praxis.
Si un médico no ejerce como debiera es una mala praxis.
Si alguien que realiza terapias alternativas no ejerce como debiera es una mala praxis.
En los cuatro casos debiera de ser algo personal y no en contra de la disciplina.

Si en los tres primeros casos no dejamos de confiar en la educación, en la medicina, ni en la abogacía ¿por qué se tacha de inválido incluso hasta de peligroso el tercer caso? ¿por desconocimiento? Hace años pasaba con la meditación y ahora ya la ciencia ha demostrado sus efectos. Ya no es cuestión de creer o no creer, el cerebro se transforma.

Las Constelaciones familiares te muestran otra cara de la situación que vives y esa transformación de tu mirada es la que hace que todo se transforme en tu sistema.

La persona que acompaña no aconseja, no decide por ti. Jamás te dirá lo que debes hacer. Es más, si estás viviendo alguna enfermedad ni siquiera entrará en debate y si le preguntas, te comentará que sigas con tus pautas médicas.

Habrá personas que les ayude la meditación, a otros el yoga, el Reiki, la acupuntura, la medicina china... Ni siquiera tienen que gustarte todas ellas.

Las terapias alternativas pueden ayudar a sentirte mejor y eso no debiera estar tachado por la sociedad. 
No se trata de escoger entre la medicina tradicional y la alternativa, sino de unir todo aquello que se encuentra a nuestra disposición para hacernos sentir en un bienestar mayor.

Eso sí, escoge muy bien a la persona que deseas que te acompañe en este proceso.
Tristemente vende humos hay en todas las profesiones y en esta por supuesto que también los hay.
En cualquiera de las disciplinas sospecha de quienes te digan que solamente esa opción te ayudará.

domingo, 13 de febrero de 2022

Entre ciencias y salarios...

Hoy voy a retomar un tema que tiene que ver con la investigación científica.
La otra noche escuché a algunas personas jóvenes estudiantes de Doctorado. Estaban reivindicando un salario y condiciones laborales dignas.
Todas ellas estaban trabajando en investigación y comentaban acerca de cuál era su salario. 
Me gustaría reflexionar sobre tres aspectos que llamaron mi atención mientras les escuchaba.

1. Valoro a la gente joven con entusiasmo y ganas de reivindicar derechos para una mejora laboral para toda la ciudadanía.

2. Partimos y coincidimos en que la carrera de investigación no está remunerada como pienso que debería, al menos en España.

Llamó mi atención conocer que todas las personas que escuché habían optado a una de las ayudas que se ofrecen como doctorando. No entraré en duda en si este salario es digno o no lo es porque sé que hay muchísimo trabajo detrás que jamás saldrá a la luz ni se reconocerá.

Sin embargo:
¿Y si hace algunos años que acabaste la carrera y no tienes opción a estas ayudas?

Sea como sea, invertir tu tiempo en realizar ciencia queda lejos de reconocerse en la mayoría de casos. En general la carrera de investigación está poco valorada. No solamente hablando de salarios, sino de reconocimiento en sí.

En mi caso pagué mis matrículas, mis cursos, mis siete años como estudiante. Recibí un premio a la investigación por parte de la Fundación Bancaja (3000 euros).  Muy agradecida porque la inversión que hice para el Doctorado fue grande y todo lo que venía como ayuda fue muy bien recibida, así que con este premio pude costear la impresión de los ejemplares finales y algunas matrículas.

¿Cómo lo hice para sobrevivir estos 7 años? 

A parte de la ayuda de mi familia, fui compaginando formaciones de profesorado, talleres a familias, consultas individuales y clases particulares con mis estudios. Todo ello junto con un embarazo y la crianza del primer año y medio de la pequeña. 
¿Aportó mi trabajo a la ciencia? 

Por supuesto, y pagué para ello. Como tantas y tantas personas que desean realizar ciencia aportando su grano de arena a la creación de nuevos conocimientos y ya no pueden optar a ayudas porque terminaron sus carreras universitarias hace algunos años.
Sin embargo, por otro lado, me gustaría mencionar que me formé gracias a las Universidades públicas, no solamente por sus instalaciones, sino por permitirme acceder a revistas prestigiosas de elevados costes. Me formé gracias a toda la ciencia que está en acceso abierto y a personas que deciden publicar en abierto para generar conocimiento al alcance de todas las personas.

¿Crees ahora que toda investigación tiene apoyos, subvenciones, incluso un salario detrás? 

Hemos visto que no y cuando digo salario digo salario, ni siquiera estoy nombrando la palabra "digno" detrás. En mi caso, como tantos otros que harán lo mismo, costeé el Doctorado con el salario a cuenta gotas que iba entrando y por supuesto, con la ayuda de mi familia. 

3. El tercer aspecto a reflexionar es sobre un comentario que hizo un participante. Estamos de acuerdo en que la ciencia necesita investigadores y remuneración. Por supuesto. Pero eso de que "las personas que investigamos necesitamos un salario digno porque no somos trabajadores de segunda"...
Y yo me pregunto:

¿Trabajadores de segunda quiénes son? 
Todavía no logro entender este comentario.

Reivindiquemos salarios dignos con los que tener acceso a viviendas confortables, a comida saludable, a calefacción, a gas, a luz, a agua, a medios de transporte y vida de calidad.
Reivindiquemos reconocimiento en investigación y más inversiones económicas para el avance científico en todos los ámbitos (que a veces se nos olvida que Educación también es ciencia). Pero no reivindiquemos porque creamos que hacer investigación debe tener un salario superior al que tienen otras personas. Reivindiquemos salarios dignos para todas las profesiones porque necesitamos ciencia pero también nos necesitamos de unas a otras para subsistir. Dejemos de creernos que quienes hacemos investigación merecemos más.

¿Sabes qué es algo que necesitamos y es totalmente gratuito?
El Reconocimiento.

Reconoce a tus amig@s, reconoce al resto de personas que hacen su trabajo con cariño y del que tú te beneficias, reconoce a tus vecinos, reconoce el trabajo de tus seres queridos. Reconoce el trabajo en tu entorno. Diles. Comenta.
Menciónales, recomiéndales, habla de ell@s. 
Esto probablemente no les haga subir su salario, pero seguro ayudarás a su difusión y por encima de todo, a que sientan apoyo y bienestar con aquello que realizan.

lunes, 24 de enero de 2022

Alimentación ¿Cómo lo hacemos?


Antes que nada me gustaría comentar que no soy nutricionista, y tampoco recomiendo con este artículo que hagas lo mismo y mucho menos que hagas algo en lo que no te sientas todavía segura. Comparto, como todo aquello que publico desde mi propia experiencia. Sin declarar si es lo mejor o lo peor, sino lo que a nosotros nos gusta y confiamos.

En casa no obligamos a comer y esto implica que cuando ella ya no quiere más, ya no come más. No hay más cucharadas, no se fuerza, ni jugamos al avión u otros juegos, ni ofreciéndole nosotros y muchísimo menos utilizando algunas de las distracciones tecnológicas (cero pantallas de todo tipo). 

Le ofrecemos desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. A veces lo come, a veces no. Eso sí, cuando son los horarios de comida ofrezco comida, no me vale en ese momento desviar con un picoteo de antes de comer. Aunque siempre hay alguna excepción en días esporádicamente especiales.

Al principio vivíamos algún que otro día con incertidumbre y nos preguntábamos si estábamos acertando. Cuando venía y alguna vez viene el enredo mental me ayuda la siguiente frase: "Aurora, confía en ella, en su cuerpo, en su instinto" me daba y me da fortaleza.
Cuando no quiere comer durante un par de días seguidos y únicamente prefiere teta es una manera de detectar que algo sucede. Nos solemos preguntar si está relacionado con la boca. Casi siempre coincide que esta forma de alimentarse es porque le duelen las encías y aunque todavía no veamos de dónde viene ese dolor exactamente a los días apreciamos que un diente nuevo está por cortar. He de decir que solamente por esta razón he descubierto el movimiento en su boca porque apenas se queja.
Estar atentos de su forma de alimentarse nos permite prestar mayor atención a otras necesidades que puedan surgir.

Tenemos un armario a su alcance, donde ella puede abastecerse de comida que consideramos saludable cada vez que desea. De esta forma ella elige qué comer más allá del las comidas que ofrecemos. Casi siempre suele escoger los frutos secos.

He de decir también que todavía no ha tomado ninguna forma de azúcar más allá que el propio de frutas y verduras.

Hoy, por ejemplo,  ha querido para almorzar maíz suelto en granos, sin nada más. A continuación, un puñadito de nueces, anacardos, almendras y pasas. 
Confío siempre en su apetito, en que su cuerpo sabe qué necesita y me aseguro en que a lo largo del día vaya complementando aquello que es fundamental. Por lo que siempre toma: tetita, fruta, avena integral y ecológica y frutos secos. De una manera u otra esto lo toma a diario como base.
El resto de alimentos es lo que va más en función de su apetito. Igual un día se come un lenguado entero que otro día solo quiere un bocadito.

Esta semana había comido menos legumbres que otras veces y justamente estaba pensando acerca de cómo cocinarlas mañana. 
Para hoy ya tenía preparado un arroz de caldo de pescado y un poco de lasaña de verduras. Suelo tener preparadas dos alternativas de comida y cena para ella, por si acaso. Tampoco me la paso cocinando hasta acertar qué es lo que desea.
Hoy, a la hora de comer no ha querido nada de arroz, ni de lasaña y no es porque no le guste. Le gusta la comida, pero no siempre le apetece cualquier comida que le guste, lógico. Así deberíamos hacer nosotros también, no solamente comer aquello que nos gusta sin preguntarnos qué nos pide el cuerpo.

Retomando, justo cuando habíamos terminado nosotros dos de comer, ha ido al armario y me ha traído un bote de alubias blancas "gutbio" diciéndome a su modo que las quería comer así, frías. Se las he preparado en un plato y al ratito ya me estaba pidiendo más.

Después he caído.

¡Claro! Ahí estaban las legumbres que faltaban. 

Cada vez me alegro más de estar confiando en esta forma de alimentación. Desde el 2009 (época en la que estaba trabajando en Pingüinos en Chiapas) me imaginaba haciéndolo así el día que fuese madre. Al mismo tiempo me decía a mí misma que ojalá fuese capaz de haberme trabajado ciertos miedos para hacerlo de esta manera y confiar en ese instinto infantil.

Aunque sepa para qué lo hacemos así y haya estado preparándome años atrás por si llegaba este momento, aun hay veces en que los fantasmas llegan, me sigo preguntando si estaremos acertando o no. Lo que tenemos claro es que lo hacemos lo mejor que creemos para que así, pueda tener una relación más sana con los alimentos sabiendo escuchar a su propio cuerpo, recordando que los alimentos son parte de nuestra medicina.

Si has leído hasta aquí y hay algo que desees saber no dudes en preguntarme, te atenderé encantada.


sábado, 8 de enero de 2022

Tejiendo vínculos

Afortunada de todos los regalos recibidos. Agradecida.
Hoy quiero hablar de este regalo, para mí muy especial.

Quién me conoce sabe que lo hecho a mano me encanta porque es en estos regalos donde se ha entregado un valor añadido que es el tiempo invertido y la prioridad que se le otorga para hacerlo.

A simple vista podría parecer una foto como otras tantas de las redes, sin embargo, no lo es.
Es un modelo único, como únicas las manos y corazón de mi hermana que es quien lo ha tejido.
Desde pequeña quise aprender a tejer y es lo que hago a veces, tejer con hilos.
Sin embargo, es en mi trabajo del día a día donde disfruto tejiendo. Acompaño a tejer historias, a tejer vínculos, a tejer corazones agrietados, a tejer unos sentimientos con otros, a tejer nuevas miradas hacia nuestro propio sistema familiar y el de las demás. Es algo que me gusta, creo que he venido hasta aquí para tejer vínculos de comprensión con la infancia. 
Quienes tejen saben que tejer también implica equivocarse. Deshacer los puntos trazados, desapegarse de lo elaborado con cariño y dedicación y rehacer. Rehacer para aprender y aprender a rehacer. Observar y descubrir cuál es el punto que descoordina. Como la vida misma.
Habrá quien no desee mirar, habrá quien mire y no desee deshacer y habrá quien mire y deshaga, como la vida misma. 
Hay personas que desean mirar hacia el punto que lo torció todo y otras no.

La rama de un olivo de mi padre. Lijada, preparada por manos que amo y me aman. ¿Se puede pedir más? 
¡Cuánta belleza en este regalo! ¡Cuántas mujeres tejedoras de mi familia representadas en un mismo lugar!

Este regalo ya tiene su lugar aunque ese lugar en este mismo presente no está todavía preparado.
Tendrá que esperar a fuego lento y paciente.

Y cuando llegue ese momento en que lo puedas ver quizás disfrutas su belleza como yo, quizás no. De lo que no habrá duda es que siempre veré a mi hermana, a su tiempo, su arte, su compañía, su creatividad, su amor, su entrega, su paciencia, su silencio...

Este tejido representa para mí todos los tejidos de nuestras vidas y si alguna vez lo ves en persona seguro que es porque deseas mirar hacia ese punto torcido que deseas deshacer para volver a tejer.

Ahí estará también para tí.
Con cariño, Aurora

@otraeducacionespresente

jueves, 6 de enero de 2022

Cabalgatas infantiles

Hacía muchos años que no asistía a una cabalgata de Navidad, muchísimos.
Convertirme en madre me ha empujado a desear asistir.
Todo resultaba agradable hasta que de pronto: ¡POOM!


Algunos niños y niñas disfrutarían. Yo solamente me fijaba en el resto de llantos, en sus caras de susto, en cómo unos dejaban de jugar para agarrarse a las piernas de su madre, padre o abuelos, en cómo otras miraban estupefactas y decían en voz baja: no me gusta.

No lo entiendo. ¿Es realmente necesario?
¿Creen que tanto aportan en una cabalgata dedicada a los niños y niñas? La mayoría pequeños y que se asustan con los fuegos artificiales. Además, volvemos a lo mismo... ¿Qué sucede con infantes altamente sensibles?

Las cabalgatas se pueden hacer más inclusivas. No solamente hablemos de inclusión como algo escolar. Hablemos de inclusión en sociedad.
Perfectamente se podría haber sustituido por una actuación más de los músicos que acompañaban la cabalgata, otorgándoles así también la importancia que merecen y reconocimiento con aplauso final. U otras propuestas, que seguro que pueden haber más.

Cuéntame por favor ¿También hay fuegos artificiales en tu pueblo o ciudad? ¿Qué otras alternativas hay? Estoy segura que podremos ir transformando eventos de manera conjunta.


#otraeducacionespresente #cabalgatasinfantiles #cabalgatapapanoel #fuegosartificialesinfancia #llantoinnecesario #llantoinfantil #personasaltamentesensibles #cabalgatasinclusivas #inclusión #sociedadinclusiva #eliminarbarreras #barrerasacusticas #ayuntamientodesegorbe

martes, 31 de agosto de 2021

Pérdidas

Pérdidas humanas.
Pérdidas escogidas.
Pérdidas sin elección.
Pérdidas cuando el cuerpo deja de funcionar.
Pérdidas cuando la mente deja de funcionar y olvida. Y nos cogemos de la mano, nos miramos a los ojos pero ya te perdimos hace tiempo a la mitad.
Pérdidas que se celebran con alegría.
Pérdidas que se lloran y lloran y se añoran.
Todas las personas experimentamos pérdidas en algún momento de nuestra vida.
A veces nos preparamos para las pérdidas.
A veces no da tiempo, llega, llega sin esperar.

Pérdidas que duelen con la muerte.
Pérdidas que sin morir, duelen en la vida.
México me enseñó a llegar, a celebrar, a saber quedarme, a saber irme, también a despedirme y a enterrar en la vida y en la muerte.

Sentirás dolor, recíbelo, habla, grita, expresa, busca con quién desahogarte sin juicios.

Sentirás tristeza, abrázala, dale la bienvenida, siéntela sin huir y sin aferrarte. Escúchate, dedícate.

Sentirás miedo, míralo, obsérvalo, siéntelo. Vive con él, permite que te muestre lo que deba de mostrar, crece con él y agradécele, agradece siempre.

Sentirás enfado, temblarán tus piernas o te quedarás sin voz en un mismo grito.

Se cerrará tu estómago, quizás también tú respiración. Tus ojos al contrario, quizás permanezcan abiertos más horas de las necesarias. Tu corazón se acelera.

Negarás, negarás que está sucediendo y crearás un sin fin de posibilidades en recuerdos, en imaginación.

Puede que te derrumbes, que creas que también morirás de dolor.

No estás sola, podrás con todo.
Pasará, todo pasará. 
Pas lo bueno y también lo no tan bueno.

Y a pesar de perder, crecerás, crecerás como nunca antes.

Vivimos en una sociedad que siempre nos preparó para ganar. Poco para perder. Cuando es cierto que todos, absolutamente todos perderemos en más de una ocasión de múltiples formas.

Dedicado a las pérdidas de mi vida que me hicieron aprender, amar y crecer.
Y a las pérdidas que vienen y suceden sin desear perder.





viernes, 18 de junio de 2021

La educación no debiera guiarse por modas. Con eso no se juega: El camino de regreso.


¿Qué quiero decir? 
Te lo empezaré a contar desde mis vivencias.

El ser humano acostumbra a los extremos, es como si siguiera el movimiento de un péndulo.

Recuerdo que en 2005 con magisterio y psicopedagogía terminadas me afirmaba a mí misma: "tiene que haber algo más".
En la universidad por aquel entonces poco o nada se enfatizaba en la inteligencia emocional o en el respeto de los diferentes ritmos de aprendizaje que fuera más allá de la escuela inclusiva. Ni de la etapa primal, incluso desde el embarazo. Sí recuerdo que vimos un poco de condicionamiento psicológico estilo de "supernany" (y aunque nunca me gustó se sigue utilizando todavía).
Estudiamos Montessori, Decroly... a mi parecer desde una visión poco motivadora y superficial, pero sí, lo estudiamos y muy agradecida ¡Menos mal!.
Menos mal también que la universidad se ha ido renovando y transformando desde entonces.
Más adelante profundicé por mi cuenta y me di cuenta que de esta educación recibida de Montessori por ejemplo, rescataba algunas cosas, otras no. Ya iréis viendo que no me caso con ningún modelo pedagógico en concreto. Creo que todos los movimientos educativos tienen aspectos valiosos para mí y también otros aspectos que no me gustan tanto. Así que me quedo con lo que me sirve. (Ojo, lo que no me sirve a mí puede que a tí sí)

Cuando en 2005 empecé a trabajar en la escuela infantil me di cuenta de que si yo me planteaba tantísimas cosas, seguro que alguien debía hacerlo diferente en algún otro lugar.
Buscando buscando conocí Paideia. En aquel entonces tampoco era tan sencillo encontrar como ahora.
Este proyecto fue un suspiro en mi vida. Me convencí de que efectivamente las cosas podían ser diferentes. 
En aquel momento nadie de mi entorno hablaba de educación emocional, respetuosa o alternativa. Me decían las voces externas que cuántos pájaros habitaban mi cabeza. 
Sin ninguna experiencia previa más que el impulso de mi corazón (desde esa conexión con lo que había sido mi historia y la empatía hacia los niños y niñas), sentí el empuje de salir a buscar modelos educativos diferentes. Algo me decía que si yo lo estaba buscando alguien más también y seguro que en algún lugar más estaría sucediendo aquello que buscaba.
Quería conocer proyectos educativos diferentes.
México siempre estuvo ahí. (Era uno de los 3 países que siempre colocaba en los juegos de niña de escoger edad para casarte, tener hijos y país de viaje 🤣)

Me quedó un pendiente con este país cuando un año antes (en 2006) lo visité durante un mes de verano con una de mis hermanas de alma, Ester.
Así que en 2007 decidí dejar mi trabajo en la escuela para emprender un viaje. Salí de España con un vuelo abierto para un año sin fecha de regreso.
Allí conocí en 2008 "Mahatma Gandhi. Pingüinos de la Asociación Civil Yirtrak". 

¿Imagináis a quién avisé enseguida de lo que había encontrado? Sí, a Ester. Éramos compañeras desde la universidad y sabía que le encantaría el proyecto, así que compartimos experiencias maravillosas junto con otras compañeras y compañeros con los que sigo conservando lindos recuerdos.
Estuve vinculada al proyecto hasta 2014. Entre 2008 y 2014 me tropecé y caí muchas veces con mis creencias personales y educativas. Aún lo sigo haciendo porque se trata de evolucionar, crecer y seguir aprendiendo... 
Entre 2008 y 2014 hicimos como equipo educativo formaciones para encontrarnos con nuestras sombras. Nos caímos también como equipo y aprendimos a levantarnos al unísono. Éramos una sola célula.
Conseguimos girar para trascender. Y así, a partir del 2012 fue como descubrimos dónde deseábamos estar cada quien.
En 2010 en un inciso en el que estuve en España comencé una gira de talleres enfocados en mostrar la forma en la que trabajábamos, una forma de educación respetuosa y sostenible con nosotros como equipo, con el alumnado, sus familias y con el entorno que nos acoge.

En 2010 todavía no había muchas formaciones conocidas centradas en este enfoque. 
El taller estaba siendo muy gratificante, había un interés elevado y ello aumentaba mi convencimiento que otra educación era posible. Nombre que empecé a usar y que decidí cambiarlo años más tarde por el actual cuando las modas se apropiaron de muchos aspectos.

Apenas me estaba promocionando y me estaban llamando de diferentes puntos del país para recibir formaciones, incluso desde la Universidad. Todo ello me indicaba que probablemente era necesaria su difusión. Mis ganas por compartir y expandir se multiplicaron al ver las respuestas. Pensé que se estaba preparada como sociedad para ese salto en la comunidad educativa.

Recuerdo que feliz de descubrir los posibles cambios educativos que se avecinaban decidí aportar mi granito de arena en mi localidad, Segorbe.
Fui contenta a la única escuela pública que tiene.
No lo salí tanto después de mí plática con quien era director de la escuela por aquel entonces. "Esto que me estás contando de inteligencia emocional e inteligencias múltiples es muy bonito pero no nos interesa. No creo que funcione. Lo que interesa son las nuevas tecnologías"

Ahora, en España y otros países ha pasado tanto tiempo que incluso ya van dejando de estar de moda las inteligencias múltiples e incluso la inteligencia emocional, porque claro, tristemente se trata de modas y ahora lo que tiene auge es el material sensorial y gastarse mucho dinero en conseguirlo. (Si os interesa abaratar costes me preguntáis y os comento cómo lo hago).

Poco tiempo ha pasado entre que empezó a hacerse eco en España de la inteligencia emocional y el hecho de que casi haya pasado de moda porque supuestamente ya todos y todas estamos formadas.
Aunque se siguen aplicando en las escuelas como asignaturas aisladas o a través de cuentos que hablan de emociones. Se sigue creyendo que la inteligencia emocional es algo a aplicar en el alumnado habiendo reducido las emociones a una herramienta más de aula. Lo mismo para las inteligencias múltiples que pasaron a ser en muchas escuelas el nombre con el que acuñaron a hacer diferentes actividades.
Y yo me sigo preguntando: ¿Qué estaremos haciendo mal que sigue sin funcionar?



Pues no sé si será exactamente lo que voy a decir pero creo que puede ir por ahí, a menos desde mi parecer: 
Creo que seguimos enfocadas en materiales, actividades, cuentos... y demás herramientas para aplicar en el aula. Todavía no nos hemos dado cuenta que se trata en una gran parte, del cómo presentar el material, incluso del cómo no presentarlo. Se trata de cómo hacemos llegar el material al alumnado, la calma, la experimentación, no tanto se trata del material. Se ha de crear un equilibrio. Somos de extremos... De la no innovación, a la innovación constante sin darnos cuenta que la innovación acelerada se está convirtiendo también en rutina. Sea como sea se escuchan más a las modas que al alumnado. Estamos volviendo a cometer ese error una y otra vez, para escucharnos solamente a nosotros mismos como adultas.

Ahora las redes sociales bombardean con educación alternativa. Bueno, algunas no tan alternativas porque fueron maestros de lo que se llama la vieja escuela como María Montessori y otras aunque no tan viejas, ya eran practicadas por algunas maestras durante la República. Sin embargo, ahora todo ha de ser método Waldorf, Emmi Pickler, Reggio Emilia... porque sino, será que no lo estás haciendo bien ni como docente incluso como madre.

¿Seguro? 

Creo que no. Otro día podremos fundamentar al respecto si os interesa el tema.
Familias y docentes enfocados en modelos educativos determinados. Algunos centros vendiendo una educación en valores como empatía y solidaridad mientras atacan (con valores totalmente opuestos a los promovidos) a otras escuelas que emergen porque desean "más mercado laboral" sí mercado. Así se ven los niños y niñas como producto. 
Los centros infantiles compitiendo con sus fotos y proyectos en las redes y repiten y repiten lo que sucede en otras.
Algunas desde el convencimiento del para qué se hace, otras sin replanteárselo ni estudiarlo y simplemente repiten porque está de moda y si no lo hacen saben que perderán "clientes" (Clientes, sí, tristemente es así el lugar que ocupan las familias en muchas de las escuelas).

¡Qué tristes las modas! 

Hoy, como madre me gustaría decirle al oído de cada docente, de cada madre y de cada padre con niños y niñas en edades de 0 a 6 que sí, que los materiales y métodos educativos son muy importantes pero el camino es el de regreso.

Podremos llenar aulas con materiales novedosos, respetuosos con el medio ambiente y les digo de nuevo que el camino es el de regreso.

He visto comunidades indígenas sin materiales de los que usamos, sin formaciones académicas, ni asistencias a congresos con más sensibilidad que muchas de las escuelas que promueven una educación que después en el aula y de puertas para adentro no se lleva a cabo. Y es que es imposible integrar con la calidad suficiente todas las transformaciones que las modas conllevan. Todo eso no se ve en un post o en una historia.

Las familias cada vez más confusas en el momento de escoger una buena escuela para sus hijos e hijas. No me extraña que ante las modas rápidas y cambiantes sientan la incertidumbre en la elección.

El camino es el de regreso.

El camino no solamente es el mejor material Montessori o Waldorf.
El camino no es el juguete en sí.
El camino no es el libro que hable de las emociones y llenar el aula de emocionarios, así a lo grande, sin reflexionar. Solamente porque se ha oído que el cuento es maravilloso, gusta y es lo que todas hacen.

Permíteme que me exprese abiertamente y con amor:
El camino eres tú.
El camino está en regresar a ti.
El camino está adentro no afuera.
El camino pasa por vaciarte y no por llenarte de formaciones de las que algunas jamás pondrás en práctica.
El camino empieza en ti, y para ello vas  tener que desnudarte de creencias, de modas, de acciones rutinarias, vas a necesitar caerte. Sí. Caerte. Vas a necesitar transformarte y tantas otras cosas...
El camino es que experimentes en tí. 

Pienso que jamás se podrá ofrecer una educación basada en inteligencia emocional si tú no eres ese cambio y el cambio no lo has de mostrar en las redes, el cambio lo mostrarás cuando estés delante de esa persona más pequeña.
Tú eres la pieza clave, no el material que lleves entre manos. Eres la ida y el regreso. Eres la guía que acompaña. 
Puedes presentar un material de madera ecológica de no sé cuántos euros y puedes acompañar a oler árboles y tocar troncos y aún así no será la actividad sino tú. Tu forma de llevarles.
No eres las actividades que realizas, eres la persona que las presenta, que guía con sus manos, su voz y sobre todo su silencio. Ese que a veces tanto nos cuesta a las personas adultas.
Eres la persona que acompaña a un niño que no quiere salir a jugar cuando les dicen que jueguen, y la guía que acompaña a una niña que quiere seguir llenándose de tierra los bolsillos mientras todos entran de nuevo al aula. Eres la guía y la emoción constante. Su velero.


Pero preferimos educar en la emoción y no hablar de emociones. Preferimos no mojarnos, preferimos no ensuciarnos con y de ellas. Preferimos no jugarlas no sea que me vayan a tocar la tecla y me vaya a sensibilizar o al contrario, que me hagan  estallar. ¿Y si me rechazan si estallo? Demasiados miedos inconscientes impregnados en nuestra memoria.

Preferimos mejor que me den herramientas para yo aplicar al aula, mejor si es sencillo y rápido.

Llevo desde el 2010 facilitando formaciones con docentes y familias.
Las familias por lo general se suelen abrir a la transformación. Desean poder acompañar con acciones y frases conscientes y respetuosas tanto hacia sus momentos personales como hacía los momentos de sus hijos e hijas.

El equipo docente en su mayoría intenta escabullirse. Claro. Hay mucho en juego dentro de un claustro. Las barreras y armaduras salen para seguir alimentando los personajes que se ha creado cada quien. Entonces una gran parte del equipo docente dice: 
-Es que lo que yo quería eran herramientas para aplicar al aula.

Ahora, cuando facilito un taller con docentes suelo comentar desde el primer momento:
En este taller no voy a facilitar herramientas para el aula. Vamos a vivirlas, vamos a pasar por ellas, vamos a jugarlas, a experimentarlas. Pienso que de otra manera, que no sea la de pasar por el proceso, será complejo comprender al alumnado.

¡Cuánto sin sentido cuando no se quiere ir de regreso al interior pero se pretende que el alumno y alumna se exprese y sí se adentre!
¡Cuánto sin sentido cuando creemos que les estamos enseñando a identificar emociones sin ni siquiera conocer las nuestras!
¡Cuánto sin sentido cuando digo que trabajo la educación emocional pero no la pongo en práctica de manera constante en mi forma de dirigirme al alumnado o de interactuar con él!

¡Cuanto sin sentido cuando digo que amo la educación y a los niños, más sin embargo, pongo trabas para que la educación que es un derecho, sea pública!

Y mientras tanto, sigamos asistiendo a congresos de educación emocional para repetir actividades sin tener en cuenta el estado emocional del alumnado.
Sigamos apropiándonos de frases de expertos sin nombrarlos o sigamos repitiendo sin haberlo puesto en práctica en nosotras y nosotros mismos.
No, en las redes no todo vale. El plagio es un delito. Cita, menciona. Visibiliza el trabajo y la experiencia de las demás.

Y ahora vamos a darle otra vuelta. El camino es de regreso y para regresar hay que salir primero hacia afuera. Quizás algún día comprendamos que lo importante es regresar al centro, al equilibrio.
Quizás algún día comprendamos que no es solamente el material, ni el método. Ni la repetición sin reflexión.  Sino la forma de tratar a otro ser que, aunque más pequeño, no está para nada vacío.

Regresa
Regresa
Regresa

Y como todo lo que escribo, esto es sólo una opinión, no pretendo que sea la verdad absoluta. 
No te creas nada de lo que digo. Experimenta, investiga, reflexiona. 

Eso sí. Si te sientes despistada, aturdida y deseas apoyo en el momento de buscar una escuela para tus hijos e hijas. Con gusto te acompaño a encontrar lo que deseas.

martes, 8 de junio de 2021

El doctorado. 2. La dirección en la tesis

Siguiendo el hilo de la entrada anterior (Doctorado 1.) seguiré compartiendo aspectos que han sido imprescindibles en estos años de mi vida centrados en el doctorado.

En la primera parte hablé de retos personales.

Ahora me gustaría transmitirte que la elección de una buena dirección en la tesis no es que sea necesaria, es que será fundamental. 

En mi caso con "buena dirección" me refiero a una persona que no solamente sea experta en determinado campo de estudio. 

Sino que, por encima de ello sea una persona cercana, dispuesta a apoyar, que inspire complicidad, confianza y sepa guiarte. 

En mi caso, a parte de todo esto mencionado me encontré con una humildad mucho mayor de la que podía conocer de mi directora.  Pude apreciar todavía más de cerca el gran conocimiento y experiencia que le habita y del que jamás hacía mención ni alarde. Considero que esto ha sido clave. Por un lado, por lo que he aprendido de su forma de acompañar y por el otro, en ningún momento me he sentido en grado de inferioridad en el momento de posicionarme ante una persona mucho más experta que yo en educación intercultural inclusiva y otros muchos aspectos. 

Mi relación con ella ha sido especial. No habría podido ser de otra manera. Ya nos conocíamos desde la universidad, ella fue una de mis profesoras de psicopedagogía durante los cursos 2003-2005.

Desde entonces mantuvimos cierto contacto durante mi estancia en México y nos vimos en algunas de mis visitas esporádicas a España.

Cercana, disponible, consejera, paciente, amiga, psicóloga en momentos de derrumbe, guía. Siempre ha intentado buscar las formas diferentes para que yo pudiera entender y avanzar. 

La relación de confianza que se ha ido gestando ha sido pieza clave. Ha sido imprescindible una comunicación totalmente cercana y honesta para comprender nuestros ritmos y tiempos y así respetarnos (yo en mis procesos y los suyos. Ella en los suyos y los míos)

Atreverme a pedir, atreverme a recibir y atreverme a dar. Procesos que se han ido dando no solamente con ella, sino con el MEICRI, equipo de investigación del que me animó a formar parte durante mis dos primeros años de estudios de doctorado y con el que espero colaborar y seguir aprendiendo cuando este proceso finalice.

Una vez más gracias Auxi por guiarme, por sostenerme de la mano y empujarme al vacío cuando lo has creído conveniente. Infinitamente agradecida por estos 7 años que se suman de aprendizaje a tu lado, todo lo que me has aportado y lo que me falta por aprender de ti.



Si estás pensando en realizar un doctorado ¿Quién deseas que te acompañe en este proceso? 

Escoge muy bien a quien será tu compañía y guía experta porque será tu aliento en los días y las noches de declive y oscuridad.